- ¡Taehyung, siéntate ya, que no me dejas ver! - SeokJin obligó al chico a sentarse bien en el asiento del copiloto pero este no dejó de estirar el cuello a pesar de que poco a poco los autos volvían a ocupar los dos carriles y por ende, la fila ava...
Feliz cumpleaños a ustedes dos, un poco atrasado pero aquí está. dazakaxaDaya_Pollito
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La adrenalina se traduce básicamente en un aumento del estado de alerta, el cuerpo comienza a sudar para enfriar los músculos, las pupilas se dilatan por el esfuerzo de absorber mucha más información del entorno, la frecuencia cardíaca se dispara... Pero aunque todos sintamos ese pinchazo de epinefrina, a veces el miedo toma las riendas.
El miedo, y a pesar de las similitudes que comparte con la adrenalina, se trata de un sistema de alerta que se activa cuando detecta una amenaza, y de cómo nuestros sentidos, pensamientos y comportamientos cambian en respuesta.
El miedo altera nuestros cuerpos de formas inexplicables, mientras que para algunos aquella pizca de adrenalina les da la energía suficiente para levantar un auto, en otros, el cambio es totalmente diferente; presentan temblores, desorientación, inmovilidad...
Y desgraciadamente Taehyung estaba seguro de que pertenecía a ese segundo grupo.
Sentía los dedos entumecidos, torpes al intentar amarrarse las agujetas. Alzó la vista en dirección a la puerta corrediza, estaba abierta a la mitad del tramo y desde su posición en el vestíbulo, lograba escuchar gritos provenientes desde fuera. Entre ellos podía distinguir los de su hermano.
Hacía apenas unos minutos que el grupo se había aventurado en el jardín, apenas alcanzando a discutir si era conveniente salvarle el pellejo a un extraño.
No tenían un plan, pero viendo que la mayoría ya se encontraba afuera, ninguno de ellos era lo suficientemente egoísta para ignorar los gritos, ni si quiera Yoongi, quién había considerado las consecuencias de cargar con un integrante más en el grupo.
Habían pasado minutos, pero para un Taehyung paralizado por el miedo, se sentían como horas.
Tragó saliva y una vez más intentó amarrarse las agujetas a pesar de que las cintas se le escaparan en cada intento. Consideró salir en calcetines al jardín, pero apenas el pensamiento surcó su mente, el chico lo descartó. Yoongi había dado estrictas indicaciones de salir una vez se hubiesen calzado, no querían accidentes, mucho menos lesionados.
Era irónico, pues con el simple hecho de poner un pie fuera, independientemente de si estaba descalzo, implicaba exponerse al peligro.
Miró a su izquierda, Jungkook terminaba de atarse las botas, a decir verdad, Taehyung no tardó en deducir que el chico era de los que levantaban autos.
— ¿Necesitas ayuda? — El maknae ladeó la cabeza, no lo decía en tono acusador ni burlesco; había estado mirando de reojo al castaño y al primer vistazo había caído en cuenta de lo aterrado que estaba.
