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MARATÓN 4/7
—¿HAS PROBADO YA EL HECHIZO REPARO? —PREGUNTÓ VENUS OBSERVANDO EL GRAN ARMARIO FRENTE A ELLA.
—Sí, Venus —dijo Draco con cansancio llevaban como dos horas en la Sala de los Menesteres—. Fue lo primero que intente.
—Tal vez no lo hiciste bien.
—Reparo es uno de los hechizos más fáciles que hay —dijo molestó.
—¡Reparo! —dijo Venus apuntando con su varita hacia el armario.
Nada pasó. Draco miró a Venus con una ceja alzada.
—Tal vez tengas razón —artículo Venus tras ver que el hechizo no había conseguido nada.
Se sentó en el suelo cruzando las piernas como un indio.
—Esto es imposible —se quejó Draco dejándose caer en el suelo—, lo he intentado todo.
—Nada es imposible, no seas negativo.
—Soy negativo por naturaleza, Rosy, ya deberías saberlo —dijo Draco divertido.
Venus se quedó en silencio y sonrió levemente.
—¿Qué? —preguntó el rubio al ver a Venus sonreír.
—Me has llamado Rosy —dijo sin poder ocultar su emoción—, hacía mucho que no lo hacías.
—Si me vas a sonreír así, debería llamarte siempre de esa manera.
—Deberías.
Se sostuvieron la mirada todavía sonriéndose y cuando Draco estuvo a punto de besar a Venus la chica habló.
—La Sección Prohibida —dijo Venus.
—Tú sí que sabes cortar un momento romántico.
—¿Cómo no lo había pensado antes? Allí hay libros de magia negra, tiene que haber alguna solución para arreglar el armario —dijo Venus recogiendo su bolsa para ir hacia la Biblioteca.
—No creo que Prince te deje entrar allí, Rosy. Por si no te has dado cuenta se llama Sección Prohibida, y como su nombre indica está prohibida.
—No si tienes un permiso especial —objeto Venus—, los jefes de cada Casa pueden dar un permiso a algunos alumnos si lo requieren, y no creo que Snape tengo ningún problema en darle uno a su alumna y ahijada favorita.
—Eres brillante, Venus.
—Lo sé —dijo Venus con una sonrisa de superioridad plasmada en su rostro.
