2. xvi. the visit

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LA VISITA

VENUS ESTABA NERVIOSA, MUCHO MÁS QUE NERVIOSA SE PODRÍA DECIR

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VENUS ESTABA NERVIOSA, MUCHO MÁS QUE NERVIOSA SE PODRÍA DECIR. Le temblaban las manos, y casi no podía pronunciar palabra.

—Venus tienes que desayunar algo —pidió Molly mirando a la rubia que no había tocado el bol con gachas.

—Tengo el estómago cerrado, Molly —dijo Venus con voz temblorosa.

Remus tomaba el café en silencio, pero no podía evitar observar con ternura a Venus. Estaba tan nerviosa que ni siquiera se había dado cuenta que llevaba dos zapatos distintos.

—Venus —llamó Remus captando la atención de la muchacha—, ¿te has mirado los zapatos?

Venus bajo su mirada a su pies, y abrió los ojos como platos.

—¡Oh cielos! —dijo quitándose una de las zapatillas—. Me he puesto los zapatos de Ginny.

Remus rio levemente y se agachó cuando vio las manos temblorosas de Venus tomar los cordones de su zapato que Molly le había dado.

—No tienes por qué estar nerviosa, voy a estar todo el rato a tu lado —aseguró anudando los cordones negros.

Venus asintió levemente mientras observaba a Lupin.

—¿Crees que me dejen entrar algo? —preguntó haciendo que el hombre levantara la mirada.

—Supongo —dijo aún arrodillado—, ¿qué es?

—Es un regalo, bueno más bien es una foto —dijo Venus sacando el pequeño papel de su bolsillo—. Es una tontería en realidad, pero he pensado que le vendría bien pensar en algo.

Su voz fue disminuyendo hasta un leve susurro.

—No es algo tonto, seguro que le encantará —aseguró besando su frente—. Debemos irnos.

Venus trago con dificultad, pero se levantó de la silla de un salto.

—Tened mucho cuidado, por favor —pidió Molly cohibida.

La señora Weasley no había estado del todo de acuerdo con llevar a Venus a Azkaban, no le gustaba la idea de que la muchacha se metiera un sitio tan escalofriante, el cual estaba repleto de asesinos y locos. Y ni hablar de los dementores.

Entendía el sufrimiento de Venus, sabía lo que era perder un hermano. Pero no podía evitar preocuparse por ella, le había cogido mucho cariño.

—Estaremos bien, Molly —aseguró Remus colocándose su abrigo—, estaremos aquí para la hora de la cena —Molly iba a preguntar, pero Remus le interrumpió—. Tonks quiere que comamos con sus padres, quieren ver a Vee un rato.

Molly asintió comprensiva mientras peinaba con sus dedos el revoltoso pelo de Venus.

—No te alejes de Remus en ningún momento, y si ves que algo peligroso puede pasar, no dudes en sacar tu varita —ordenó Molly.

DEMONS, draco malfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora