2. xi. reconciliations and failed invitations

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RECONCILIACIONES E INVITACIONES FALLIDAS

❛RECONCILIACIONES E INVITACIONES FALLIDAS ❜

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MARATÓN 7/7


POCAS COSAS PONÍAN DE LOS NERVIOS A VENUS ROSIER, ERA UNA PERSONA CON UNA PACIENCIA EXTRAORDINARIA. LLEVABA SOPORTANDO LAS ESTUPIDECES DE SUS AMIGOS DESDE LOS DIEZ AÑOS, Y TAMBIÉN LAS MIRADAS DE ODIO QUE LE DEDICABA MEDIO HOGWARTS, PERO REALMENTE LE HABÍA IMPORTADO SIEMPRE BIEN POCO.

Pero si había algo que Venus simplemente no soportaba era que la molestarán cuando estaba en la biblioteca. Ron y Lavander estaban en frente de ella haciendo una demostración de su amor. Posiblemente a Venus no le hubiera molestado si no se hubieran sentado en su misma mesa, pero si le sumabas que parecían que estaban quitando corchos a botellas de vino, y lo mal que le caía la chismosa de Lavander. Era un límite que ni la paciencia infrahumana de Venus que había soportado a un Blaise borracho la noche anterior no aguantaba.

—Ron Weasley podrías sacar tu lengua de la boca de esa mujer, ¿estás haciendo la colada o algo en su boca? —inquirió Venus molesta—. Dios santo, Brown pareces una lavadora.

—Ooh, ahora entiendo lo de lavandería —comprendió Liz al lado.

Venus llevaba toda la semana llamando a Lavander, Lavandería. En un principio Liz pensó que estaba relacionado con su nombre, que en parte sí, pero era más bien porque su lengua giraba a una velocidad poco sana dentro de la boca de su Roro, como ella lo llamaba.

Lavander gruñó como si fuera una vaca.

—Metete en tus asuntos, Rosier —dijo con una voz tan chillona que hizo a Venus cerrar sus ojos.

Venus respiro profundamente antes de hablar.

—Pues ve a meter la lengua a otra parte, Brown. Pero no delante mía —espetó Venus.

Lavander volvió a gruñir tan sonoramente que hasta la Señora Prince le lanzó una mirada venenosa.

—Vámonos, Roro —dijo cogiendo la mano del pelirrojo para salir de allí—. Iremos a otra parte donde no haya personas amargadas.

—Brown, querida, estamos en una biblioteca. La gente viene aquí a leer y a estudiar. No a escuchar como le absorbes la boca a Ron —dijo Venus divertida chasqueando la lengua—. Iros a algún pasillo, pero no vengas a una biblioteca llena de gente a presumir que tienes novio.

Tras otro gruñido gutural por parte de Lavander, Venus volvió a su lectura. Cuando la pareja salió del lugar, se pudieron escuchar suspiros de alivió entre los alumnos que había allí.

—¿Alguna vez te he dicho que te amo?

—Soy genial, lo sé —dijo sonriendo con superioridad.

Pasaron unos cuantos minutos hasta que alguien volvió a sentarse enfrente de Venus y Liz. No fue hasta que se aclaró la garganta que Venus levantó su mirada de su libro.

DEMONS, draco malfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora