3. vi. everybody wants to rule the world

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TODO EL MUNDO QUIERE GOBERNAR EL MUNDO

LA VARITA DE ELLA ROSIER SE PRESIONABA CON FUERZA CONTRA LA BARBILLA DE VENUS QUE LENTAMENTE TRAGABA CON DIFICULTAD

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LA VARITA DE ELLA ROSIER SE PRESIONABA CON FUERZA CONTRA LA BARBILLA DE VENUS QUE LENTAMENTE TRAGABA CON DIFICULTAD.

La alzaba con elegancia mientras Ella y Bellatrix rondaban a su alrededor, casi realizando un baile sin sentido.

—Tienes una gran responsabilidad, pequeña Vee —susurro Bellatrix apenas unos centímetros del rostro de Venus.

Su aliento desprendía un olor asqueroso, y se preguntó dónde estaba esa majestuosidad que la familia Black poseía, y de la que tanto habían fanfarroneado.

—Tú deber es controlar ese colegio lleno de traidores y sangres sucias —prosiguió Ella—. Nuestro Señor confía en ti, querida. No debes decepcionarlo, no debes decepcionarme. Sino estaríamos muy enfadados.

El hecho de saber que tanto ella como Draco volverían a Hogwarts, que se alejarían de aquel infierno, hacia que su corazón latiera de una forma errática que hacía meses que no lo hacía, pero el pavor al imaginarse a los mortífagos en los pasillos era superior al pensamiento de reencontrarse con sus amigos.

Últimamente sentía que los pensamientos negativos tenían mucho más poder sobre ella misma que lo que le gustaba admitir.

Ares Rosier se encontraba al final de la sala, observando en silencio como utilizaban a su hermana como si fuera una muñeca de trapo.

La mandíbula de Venus tembló, con impotencia, con furia, y entonces Ares se temió lo peor.

Sin mover un solo músculo de su rostro, sacó su varita de la parte de atrás de túnica, y apuntó hacia Venus.

La maldición imperio golpeó a Venus como una brisa de aire fresco, sintió como si el enfado se desvaneciera, y una especie de manto le nublara la mente.

Sentía como si alguien se hubiera metido dentro de ella.

—¿Harás lo que se te dice? —preguntó Ella mirando con superioridad a su hija.

Vete al infierno, quiso decir. Pero en lugar de eso sus palabras fueron:

Si, madre. Haré que os sintáis orgullosa —sin embargo, había sonado como algo que nunca diría Venus.

La misma chica se dio cuenta, incluso Bellatrix que observó con aún más desconfianza, si eso cabía, a la pequeña Rosier.

En cambio, Ella parecía encanta de que su hija por fin pusiera de su parte, y estuviera dispuesta a colaborar con la causa.

—Bien, Venus, bien —Ella acarició el rostro de Venus lentamente, casi con dulzura—. Al fin vamos a empezar a entendernos tú y yo.

Venus alzó un poco más su barbilla. Su mirada era tan fría como el hielo, y solo se podía ver odio a través de ellos.

DEMONS, draco malfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora