Capítulo 21

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Cyara no fue al club al día siguiente, sentía que sería un jodido estorbo y lo menos que quería era mirar a la cara a Christopher. Lo de ayer había estado muy fuera de lugar, verlo de una forma tan agresiva le había causado pánico. Ese miedo que estaba muy escondido en el fondo de su ser y que sólo él lograba volver a sacar. Claro que la idea de acostarse con él después de todo había sido mala, y más cuando se trataba de un trío. Bien, la había calmado en aquel momento, pero ahora sólo era un peso más pesado todavía.

—Cyara, al menos deberías de llamar para avisar que no irás —aconsejó Leyre mientras se sentaba a su lado.

—No lo entiendes, no quiero volver nunca...

—¿Qué ha ocurrido? —preguntó con preocupación, eran pocas las veces que se veía a Cyara cansada y sin ánimos.

—Nada, no quiero revivir el momento.

—¿Prefieres atormentarte con el pensamiento?

—Si, es lo mejor por ahora....

—¿Sabes? Yo tengo una pequeña idea de lo que está pasando —dijo alzando sus cejas—. Estás enamorándote de él.

—¿Qué? —cuestionó alzando la voz—. Por supuesto que no, estás jodidamente loca...

—Si, probablemente lo esté pero no es un tema a discutir. —Se encoge de hombros restándole importancia—. Creo que me rectifico, ya estás completamente enamorada.

—Cierra la boca, solo dices estupideces...

—Bah, estupideces las que dices tú.—Rueda los ojos—. No quieres afrontar la realidad.

—Esta no es la realidad.

—Cyara, es normal que tengas miedo, no es de tu mundo... Pero puedes llegar a ser tú del suyo.

—¿A qué te refieres?

—Corrígeme si me equivoco pero él es una gran tentación—comienza diciendo, Cyara es rápida en asentir —. Pídele que te muestre su lado oscuro, la luz de alguien es fácil de amar... Si después de ver todo lo oscuro que hay en él te sigue atrayendo es una muy clara razón de que estás enamorada.

—¿Quieres que lo vuelva mi oscura tentación?

—Eso mismo, Cyara, no te pierdas de camino al éxito.

La joven dejó escapar un largo suspiro mientras se ponía en pie, tomó una chaqueta para abrigarse y miró a su amiga una última vez antes de salir de casa. En veinte minutos llegó al club, Fiammenta le sonrió al verla entrar y se acercó para saludarla.

—Hola, nena —murmuró mientras la abrazaba—. Pensé que no vendrías hoy.

—No estoy aquí para trabajar, de hecho en un par de semanas me empiezan de nuevo las clases y me será muy difícil mantener el equilibrio con ambas cosas —se sinceró ante la mujer que era unos años mayor que ella, esta la escuchó atentamente en cada una de sus palabras antes de asentir.

—¿Piensas dejarlo? —cuestionó—. Es lo normal, no te calientes la cabeza con ello... Tú bienestar mental es lo más importante, los dueños lo entenderán.

—¿Entender el qué? —preguntó Zabdiel nada más ver a su sumisa hablando con Cyara.

—Renuncio—dijo Cyara finalmente, la intensa mirada del maestro se posó en ella, permaneció en silencio durante un par de segundos pero asintió lentamente al no ver ningún atisbo de esperanza en las expresiones de la joven.

Oscura tentación Where stories live. Discover now