Oscura tentación

Capítulo 35

No quería abrumarla con toda la mierda que tenía en su mente, tal vez no tuviera nada que ver con lo que estaba pensando así que no debía de entrar en pánico.

—Pensé que me llevarías a mi casa —dijo Cyara al ver que Christopher estacionaba su auto frente a su casa.

—Mañana te llevo, hoy podrías pasar la noche conmigo —le guiñó un ojo antes de salir del auto, Cyara imitó su acción y se adentraron en la vivienda—. ¿Tienes hambre? ¿Sed? ¿Algo?

—No a todo, ya me siento bien...

Él asintió no muy convencido pero de todos modos la dejó subir a la habitación, la siguió muy de cerca, fijando su vista en el trasero de la chica cada vez que subía un escalón.

—¿Podrías dejar de mirarme el culo? Resulta incómodo.

—Perdón, es que mis ojos van directos ahí... Y mis manos se ven tentadas a tocar...

—Pues mantén las manos quietas.

Rodeó los ojos con fingida molestia, no es como si sus manos no hubieran estado en su trasero veces atrás. Al llegar a la habitación Cyara se dejó caer en la cama mientras sacudía sus pies para deshacerse de los zapatos de tacón.

—Señorita, no te cuesta nada hacer las cosas bien —dijo burlón a la vez que se deshacía de su ropa.

Cyara le enseña el dedo de en medio, una vez que logra deshacerse de sus zapatos se mete por debajo de las sábanas, pegada a la esquina de la cama. Christopher se tomó su tiempo en acomodarse en la cama y mirarla, bueno... En mirar su espalda ya que era lo único que tenía a la vista.

—Pensé que íbamos a acurrucarnos, eso te gusta... —murmuró él mientras paseaba su dedo índice por la espalda de la joven.

—Pensé que tú no querías...

—No voy a negarme a tener esa delicia de cuerpo pegado al mío durante toda la noche.

Las manos del dominante se aferran a su cuerpo y la hace girarse, quedando así frente a frente. Ve como Cyara traga saliva un tanto nerviosa, no es como si no hubieran hecho esto más veces... ¿Por qué ahora era tan diferente?

—Ven aquí, ángel —susurra atrayéndola a su cuerpo, sus piernas se enredaron ligeramente mientras el cuerpo de Cyara quedaba recostado sobre el de Christopher—. ¿Cómoda?

—Demasiado —admitió.

—Perfecto... Te diría que sueñes con los angelitos pero prefiero que sueñes conmigo — dice antes de besar su coronilla—. Y que sean sueños húmedos, preciosa.

—¡Por Dios Christopher! —exclamó en cuanto sintió sus mejillas arder.

—No metas a Dios en nuestros pecados. — murmura divertido.

El silencio abunda en la habitación durante unos diez minutos, las manos del dominante no han parado quietas y decidieron acariciar el cuerpo de la joven. Los ojos de ambos estaban cerrados a pesar de que ninguno de ellos se encontraba dormido.

—Buenas noches, Chris —susurró finalmente.

—Buenas noches, Cyara.

Una noche verdaderamente tranquila para ambos, al igual que la mañana del día siguiente. Desayunaron en casa como si fuera algo de todos los días, platicaron sobre temas sin importancia mientras comían y finalmente... Christopher se atrevió a sacar el tema que lo consumía.

—¿Has estado visitando al ginecólogo?

—Hace cuatro meses que no voy, las revisiones suelen ser cada seis meses.

—Espero que no te moleste, he pedido cita para esta tarde...

—¿Para el ginecólogo?

—Médico, en realidad —le hizo saber—. Para que te haga un chequeo rápido, lo de ayer tuvo que ser por algo... No quiero que te encuentres mal nuevamente.

Ella asintió, aunque por dentro sentía demasiada impotencia. ¿Qué pasaría si realmente estaba embarazada? Christopher no había mencionado el tema embarazo, únicamente se centró en su salud... ¿Querría Chris tener un hijo con ella? O mejor dicho, ¿Querría ella tener un hijo de Chris?

La dichosa tarde había llegado, Christopher se encontraba hablando con el supuesto médico y diciéndole lo que había pasado la anterior noche. Cyara se encontraba en silencio, ausente en la conversación.

—Le pido que espere en la sala de espera, no tardaremos mucho —dijo el médico con una sonrisa.

El chequeo fue rápido al igual que cuando le retiraron un poco de sangre de su brazo derecho, los análisis de sangre nunca le habían agradado demasiado.

—Todo apunta estar en orden —dijo el médico mientras revisaba los papeles del estudio—. Felicidades.

—¿Por estar bien? —preguntó antes de reír sarcástica.

—Por el bebé...

—Espere... ¿Cuál bebé?

El médico señaló los papeles para después señalar su vientre, su cara tenía una expresión de obviedad que resultaba agobiante.

—Estoy embarazada... —dijo por lo bajo—. Por favor, no le digas a Chris de esto...

—Bien, le aconsejo que vaya a su ginecólogo... Él podrá llevar tu embarazo mejor que nadie.

Agradeció antes de salir de allí, Christopher fue rápido en acercarse en cuanto la vio, la miró como si estuviera preguntándole.

—Está todo bien —dijo por lo bajo para después salir apresurada del centro médico.

¿Lo estaba?

Por supuesto que no lo estaba y Christopher sabía eso.

Cómo pudo le escribió un mensaje al doctor que la había atendido y le pidió que le pasara por gmail el examen que le habían hecho.

—Cyara, voy a pasar al club un momento... ¿Te dejo en casa o quieres acompañarme?

—Prefiero acompañarte, no tengo nada que hacer en casa...

El club se encontraba como todas las tardes, alguna que otra persona estaba limpiando para cuando llegara el momento de abrir las puertas. Joel entró acomodando su chaqueta y se acercó a Cyara.

—Hola, preciosa... ¿Cómo te encuentras?

—Joel... ¿Podemos hablar? —preguntó mirando sobre su hombro a Christopher.

Este asintió y la llevó a una de las mesas, ella se dejó caer en el sofá de cuero y miró al hombre frente a ella.

—Estoy embarazada.

—No me sorprende... No sé qué decir.

—Yo tampoco, la verdad...

—¿Christopher lo sabe? ¿Cuándo piensas decírselo?

—No lo sabe ni tengo intención de que lo sepa. —confesó.

—Es su hijo, no está bien que hagas eso... Todavía es todo muy reciente, deberías de tomarte esto con calma.

—Voy a abortar— dijo decidida, dejando a Joel con la boca abierta y sin palabras.

No cuestionaría su decisión, era una niña... Pero le hubiera gustado que el padre del hijo que estaba esperando estuviera al tanto de todo esto.