XXV

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Ecuación 

La había negado rotundamente, había negado su relación con Rosé sin culpa en el rostro o cualquier otro sentimiento. ¿Por qué?.

Había estado toda la mañana evitando las llamadas de Lisa después de que le había contestado de aquella forma. ¿Qué supone que le diría? No había justificación, no podía decir nada que no implicara a Park Chaeyoung en el acto. Se suponía que Rosé no sabía nada del asunto con la modelo o de lo que aquellas tipas habían dicho en el restaurante. Ni de Jennie. ¿Qué debía contestarle a Lisa y como justificar ese enfado creciente que la había hecho llorar de frustración la mañana entera? Había subido al penhouse y se había tirado en la cama, había hecho algunas llamadas con Tae y cerrado algunos otros proyectos que había dejado de lado. Ahora sabía que su debut como solista empezaría la semana siguiente y ella sin duda abriría los Juegos Olímpicos en un par de meses. Solo quedaba una llamada por hacer para confirmar aquello. La esperaba con ansias.

Se sentía nerviosa, pero el enojo que le provocaba aquella situación la tenía desconcertada, no podía festejar aún. ¿Cómo arreglar el asunto con Lisa ahora?. Ni la modelo, ni Rosé estaban en una buena posición en esa situación. ¿Cómo acercarse a Lisa y dejar de lado los celos que Jennie provocaba en ella? ¿Cómo volver a creer ciegamente? ¿Cómo dejar de dudar? ¿Cómo confiar ahora?. Una y otra vez se repitió aquellas preguntas en su cabeza, pero no había una respuesta concreta o fiable que la hiciera sentirse mejor. Pensó incluso presentarse delante de Lisa y confesar todo aquella mañana, decirle la verdad y enfrentar lo que sea que debía enfrentar, pero se había asustado. La inseguridad la llenó por completo. Las dudas, el miedo. La confianza que estaba flaqueando, había estado discutiendo consigo, convenciéndose de que la balanza en porcentaje de confianza estaba a favor de Lisa, tenía que confiar en ella y en ese porcentaje que estaba a un sesenta por ciento, tenía que confiar y hacer lo que la había llevado hasta ahí. Decirle a Lisa cuan importante era para ella. Jennie tenía que ser un tema aparte. Después de unos largos momentos, se centró en el motivo de su viaje a Tailandia. Y se asustó al percatarse que ya no lo tenía muy claro. ¿Decirle a Lisa? ¿Tenía caso aún decírselo? ¿Valía la pena?.

Todo esto había retumbado en su mente hasta que vio a Lisa en las pantallas de seguridad, había ido a buscarla y no entendía bien el por qué. No había duda que la había sorprendido, sobre todo verla después del numerito que habían presentado en el restaurante. ¿No se había sentido mal porque había rechazado salir de ahí con ella?. Fue sorpresivo que la buscara y aún más cuando se abalanzó sobre ella para besarla. ¿A qué estaba jugando? Cruzó por su mente al principio. Después se dio cuenta que ese beso era lo que necesitaba en ese momento. Tanto Lisa como ella. Le había recordado el motivo principal de su presencia ahí. Lisa. Ella era la respuesta a toda esta ecuación.

Por lo menos así se había sentido con ese beso que por poco se salía de las manos.

Por supuesto que era por Lisa y ahora lo tenía claro. Aún más claro que al principio. No importaba lo demás, pero... ¿y Lisa?. ¿Lo tendría claro?. ¿Estarían en la misma sintonía?.

En cuestión de minutos y en ese beso profundo su mente viaja intensa. Fue así que se arriesgó a preguntarle lo más obvio. ¿Qué hacia Lisa ahí buscando a la modelo?.

Después se había atrevido a negarla. Negado a Rosé. Había besado a Park Chaeyoung pero había negado a Rosé y eso dolía sobremanera. Quemaba dentro.

¿Para Lisa no había sido nada? ¿La relación que para ella había tomado tanta importancia en su vida, no era nada? Su única relación. ¿Una amiga que vive en otro país? ¿Estaba de broma? ¿A qué demonios estaba jugando? ¿Quería convencer a la modelo de otra cosa? ¿Para hacer qué cosa? Se preguntó y lo confirmó cuando Lisa volvió a acercarse a ella con intención de otra cosa y ahí lo supo en concreto. Aún más allá de sus deseos para que fuesen lo contrario. Había una realidad que no había contemplado en su ecuación.

No conocía a Lisa.

No sabía quién era esa persona frente a ella.

Posiblemente la idea que tenía de Lisa se lo había imaginado, idealizado en su mente tanto tiempo. Aquella chica adorable, atenta, dispuesta, enamorada y entregada no existía. No había tal cosa.

Sintió un nudo en el estómago, cuando asintió para que Lisa se fuera de ahí. Se abrazó a ella misma cruzando sus brazos y apretó los labios para evitar que el llanto apareciera. Las piernas comenzaban a flaquear y esperaba que Lisa no notara el temblor que comenzaba a sacudir su cuerpo. El inicio del llanto.

Apenas y pudo pronunciar unas palabras. La quería lejos. La quería fuera para poder echarse a llorar, para soltar todo el enojo y dolor que sentía en aquel momento. No frente a ella. ¿Qué diría de la modelo si pasaba?.

Lisa le dio la espalda para alejarse hacia la puerta. A penas y sus ojos la habían dejado de mirar cuando su cuerpo colapsó. El nudo en la garganta había explotado y las lágrimas salían sin un control por parte de ella.

Lo peor vino después. Lisa se giró y con la poca visibilidad que tenía a causa de las lágrimas la miró.

- ¿De verdad quieres que me vaya?. - preguntó de nueva cuenta. Y no lo sostuvo más. Su piernas se dejaron caer al suelo y comenzó a llorar en silencio ahí tirada. Se cubrió el rostro con ambas manos y no dijo nada más.

No, no quería que se fuera, pero tenía que irse ahora.

La escuchó moverse con prisa. La sintió también rodeándola con sus brazos en un pequeño abrazo protector. ¿O sería de consuelo?.

Rosé no supo qué hacer. Dolía verdaderamente. Un vuelco en el estómago que quemaba internamente. Sintió en su pecho un dolor indescriptible. Sin embargo, abrazó a Lisa por el cuello y los hombros. Aferrándose a ella. Escondió su rostro entre su cuello mientras los sollozos iban en aumento y las lágrimas no cesaban.

¿Y ahora qué?

¿Y ahora qué debería decir?

¿Era el momento?

¿Habría llegado ya el momento?

Y volvió esa estupida pregunta. ¿Valdría la pena decirlo?

Lisa acariciaba su espalda, sin decir ni una palabra. Todo era silencio. Aquel movimiento la llenó, lo hacía con suavidad, tan solo para calmar su llanto. Luchó por calmarse. Por no seguir pensando en lo que Lisa había hecho anteriormente. Si le diría la verdad debía hacerlo de forma calmada, donde pudiera mantener el control. Suspiró un poco más aliviada pero no menos preocupada.

¿Cómo comenzar?

Se separó un poco de Lisa. Obligándola a soltarla. Miró esos ojos castaños profundos que la miraban atentos con preocupación latente. Sí. Había llegado el momento. 

- Lisa. - pronunció suavemente aún con el nudo en la garganta. Lisa no dejó de mirarla ni por un segundo. Rosé tomó aire con lentitud, aquello debería de darle la energía que debía tener para pronunciar lo siguiente.- Mí nombre no es Park Chaeyoung. 



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A. I. A

Corto pero no menos significativo. 

Público por el hermoso Teaser de Rosé. Estoy enamorada. 

Lo más hermoso del mundo... 🥰🤣🤓

No se hagan pato y muévanse en twitter para hacerla tendencia. 



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