Un Amor del Pasado (InuYasha) | Sesshomaru × Tú | TERMINADA

twelve

Veía el palacio que le pertenecía a Irasue con cierto atisbo de nostalgia. El no ver por ahí a Toga, padre de Sesshomaru, la ponía triste. Cuando se enteró de su muerte gracias a InuYasha, quien le había contado todo lo que ocurrió en el lapso de su guerra contra aquel híbrido de nombre Naraku junto con mencionarle que él era el medio hermano manor del sangre pura, se sintió terriblemente mal. No esperaba la noticia de que un rey bestia como Inu no Taisho falleciera por salvar a la progenitora del híbrido y su madre humana.

Era en cierta parte cómico que ella siendo menor que el ex gobernante del lado Oeste haya muerto muchos siglos antes. Ni siquiera tuvo la oportunidad de llegar a los ciento cincuenta años humanos, ¡tenía cientodiez!

—Todo gira en torno a Yukiro —le comenzó a contar a Irasue después de algunos segundos—. Quiere acabar con los humanos y las demás razas demoníacas para quedar solo nosotros y expandir territorio.

—¿Solo es eso? —Irasue lucía desinteresada—. Sigue siendo un imbécil como desde hace años.

—Está aliado en estos momentos con el clan del cielo y el clan del agua. El clan de la flora no le dio jamás una respuesta y no planea dársela, y bueno, usted...

—Sí, me imagino que porque soy mujer no se comunicó conmigo. Me da completamente igual.

—Primero está tras todos aquellos humanos con poderes espirituales, entre ellos está Kagome, Rin y el monje Miroku, después iría con los que no poseen ninguna clase de poder y finalmente se iría contra los que están a nuestro nivel en cuanto a poder —siguió relatando. Sesshomaru solo escuchaba atentamente.

—¿Eso también incluye a los del lado Este?

—Sí —asintió.

—Yukiro no es una amenaza, pero sí una molestia —Irasue se levantó del suelo y después ayudó a Yukie a hacerlo—. Y bien, ¿cómo se conecta esa historia contigo?

—Yukina me ha traído aquí desde mi época porque quiere que yo misma acabe con su vida, el problema es que por mucho que recuerde cómo pelear, mi fuerza en estos momentos no se compara con la de hace siglos. Hay más de diez décadas de entrenamiento por delante.

—Eso se puede solucionar fácilmente —al fin Sesshomaru dijo algo—. Obtuviste esas espadas, ¿qué sabes sobre ellas?

—Sus nombres son Bloody Leaves —madre e hijo fruncieron el ceño—. Oh, olvidé que está en un idioma diferente. Significa hojas sangrientas, pertenecieron alguna vez a un lobo demonio, aquella raza que se extinguió hace mucho tiempo.

—Ya sé de cuál hablas —la mayor juntó sus ambas manos a la altura de su vientre—. Esa raza se extinguió años antes de que los dos nacieran, me sorprende que quede algo de ellos.

—Irasue, mucho tiempo sin verla —Yukie se tensó al escuchar una voz ajena a los tres presentes. Dirigió su mirada de soslayo hacia su izquierda, encontrándose con Nicholas el cual tenía una apariencia fantasmal—. Pareces que viste a un fantasma... bueno, relativamente lo soy. No tienes por qué asustarte, recuerda que te dije que mi alma estaba unida a las espadas.

—¡A las espadas, no a mí! —pensó la albina.

—¿Qué tanto ves en esa dirección, Yukie? —interrogó Sesshomaru, tratando de descifrar qué miraba la oji carmín.