9. Tormento silencioso

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9.

"Voy por ti, Valery"

Después de comprender lo que enuncian aquella mortecina frase, los sucesos fueron inexplicables. La mezcla de sentimientos y la oscuridad que los rodeaba solo ayudo a una cosa, demostrándoles así, a aquellos ocho chicos, que la realidad era diferente a la que conocían, y que había mucho más allá de la oscuridad que en sus seres era albergada.

—Valery, vamos— Le susurró Vania tomándola del brazo.

—No— Contestó ella en un tono apenas audible. Cualquiera hubiese pensado en ese momento que se negaba a la petición de Vania, pero lo cierto era que se negaba a creer en lo que veían sus ojos.

—No debemos seguir aquí— Insistió él retrocediendo unos pasos para que ella también lo hiciera.

—No- Reiteró—, esto no puede ser real.

—Valery, vete— Dijo Adler con la mirada fija en el mensaje.

— ¡No! — Gritó ella en respuesta. En un movimiento rápido, Valery tomó el cuchillo más cercano a ella y se aproximó al cuerpo, dispuesta a enterrarle el objeto justo donde estaba escrito aquello que la empezaba a atemorizar.

— ¡Valery! — Exclamó Adler en voz alta tomando a la chica de las manos antes de que llegase a atravesar el cuerpo con la hoja de metal.

—Suéltame— Gritó ella moviendo su cuerpo para zafarse del agarre de su novio.

Debido a los bruscos movimientos que ejercía Valery, el cuchillo terminó cortando por partes las manos de Adler, pero eso no fue impedimento alguno para que él aflojara su agarre.

—Suelta el maldito cuchillo en este instante, Valery— Fue lo último que dijo el alemán antes de que la chica soltara un inesperado y desgarrador grito, que los dejo a todos patidifusos.

—Lo siento— Dicho eso las manos de Valery se relajaron, dejando así que el objeto cayese al piso, y a ella en los brazos del rubio.

—Sácala de aquí, y aleja de ella cualquier cosa que pueda causar daño— Indicó Akihiro sin perder el tiempo—. La otra Valery lo está haciendo otra vez.

Sin perder el tiempo, Adler pasó uno de sus brazos por las piernas de Valery y otro por su nuca para poder cargarla y llevársela a su habitación.

—Esto no es como antes— Pronunció Megan sentándose tranquilamente en el sillón—, y ustedes lo saben.

—Sabemos que esta vez vamos a morir, aunque siempre lo hemos sabido— La siguió María sentándose a su lado.

— ¿Podrían no decir esas cosas? — Cuestionó Agustín claramente fastidiado.

—Cuando la otra Valery termine sacándote esos lindos ojos azules no querrás haber dicho eso— Advirtió Megan—. Solo aceptémoslo.

—Podrías cerrar la boca de una maldita vez— Agustín dio un paso hacia a delante intentando intimidar a la chica.

—No Maldivas, y deja de hacerte el machito— Le pidió Akihiro volviendo a concentrarse en los cadáveres junto a Alfonsina.

—Yo debo irme— Soltó Vania repentinamente mientras se frotaba la frente.

—Debes ir en busca de tu preciada Valery— De burló la italiana con un tono cantarín.

—Y no lo dudes— Respondió Megan entre risas antes de que el ruso saliera de la habitación sin decir nada.

Cuando todos decidieron aceptar aquella propuesta dada hace unos años, pasaban por unos momentos realmente malos, por lo que el dar el "si" fue mucho más fácil de lo pensado.

Cuando el sol se escondeWhere stories live. Discover now