Academia Windstorm

4: Congelada

Bajo del auto colgándome la mochila al hombro, veo a los demás estudiantes correr hacia la entrada, atravesando las puertas principales como rayos, todos invitando a los que recién llegan a ver algo que está sucediendo en los pasillos.

—¿Qué está pasando? —pregunto a Gus que viene saliendo, mirando en todas direcciones.

—¡Tus amigos están peleando! —grita, haciéndome señas para que corra a ver.

¿Qué está pasando? ¿Por qué ellos pelearían?

Echo a correr tras Gus hasta llegar al interior del edificio, en el pasillo principal Conor, Nash y James pelean. Entre los tres se empujan, provocándose uno al otro, no hay señal de los demás cerca.

—¡¿QUÉ HACEN?! —exclamo, intentando meterme entre ellos.

Nash toma del cuello a Conor, golpeándolo contra los casilleros. James empuja a Nash, llevándoselo al suelo dispuesto a golpearlo con sus puños en el rostro, de pronto llegan Nathan y Jake, sacando a James de encima de su hermano.

Pero la pelea no acaba, ahora se pelean entre ellos y no logro entender porqué. No se dicen nada, no se insultan ni gritan, solo se golpean entre ellos.

Antes de que pueda intentar separarlos, la mano de Nash toca mi hombro y con eso basta para enviar mi cuerpo contra los casilleros. Mi espalda se paraliza por unos segundos mientras me deslizo hacia el suelo. Las personas se arremolinan a mi alrededor y Gus se arrodilla junto a mí.

—Alex...

El sonido que produce mi cuerpo chocando contra los casilleros basta para silenciar a toda la muchedumbre. Los chicos se separan de inmediato observándose entre ellos, confusos. Nash corre hacia mí, intentando acercarse hacia mí. Nathan lo toma del brazo, apartándolo. Intentan llegar a mí pero las personas que me rodean los alejan. Gus se levanta, quitándose su gorra de lana.

—¿Cuál es tu maldito problema? —le gruñe a Nash, voltea a ver a Nathan que se mantiene a un lado— ¿Y tú? Se supone que es tu novia, idiota.

—Alex, lo siento —Nash gira a verme, apenado.

—Estoy bien —le aseguro.

Gus me rodea con uno de sus brazos sin apartar la vista de los chicos. Me escudo en Gus, cerrando los ojos para no llorar. No duele, no puede dolerme pero verlos así me asustó.

Giro a ver sobre mi hombro, solo para ver si Nathan viene hacia mí pero sigue de pie en medio del pasillo, observándome.

Y eso.. eso sí duele.

—Te acompañaré a clase —dice Gus, tomando mi mochila—. No los mires, no lo merecen.

Ninguno apareció por el resto del día. Jade y yo almorzamos con Wes en la mesa bajo el árbol, intentó hacerme sentir mejor alegando que todos están fuera de sí por la privación del sueño y que el que Kian esté desparecido los tiene a todos preocupados.

Y podría tener razón pero todo esto es demasiado raro, nada esto parece algo que podría suceder entre todos nosotros. Al llegar a casa solo quiero echarme en la cama, es viernes pero no tengo ganas de hacer nada.

Giro sobre el colchón, intentando dormir pero no puedo pegar un solo ojo viendo la fotografía de Nathan y yo sobre la mesa de noche. Pongo el cuadro bocabajo.

Mi teléfono comienza a sonar y el nombre de Nathan aparece en el identificador. Respondo.

—Hola.

—Hola —dice, tras unos segundos, sigue—. Lamento lo que pasó esta mañana, bueno, ayer y esta mañana... Nash y todos los demás están fuera de sí, Kian es importante y el que esté desaparecido ha tocado los nervios de todos.