12: Ray Atria

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La academia estaba teniendo problemas. Pese a no ser la temporada y a supuesta-mente estar bastante extintos en la región, una manada de lobos ronda la academia por las noches. Rabiosos y hambrientos al parecer, lo cual ha llevado a establecer otro toque de queda.

Todos están obligados a estar en sus torreones a las ocho.

No pude entrar a la clase de idiomas del profesor Dorsey después de haber oído su conversación con los muchachos en el jardín, por lo que tuve que fingir estar muy enferma. Vuelvo a la cama con el cargador de la laptop en manos.

Por lo menos hoy podré evitar las clases y verles las caras a los Clark. Claro que no me rindo respecto a estos chicos y el extraño misterio que los rodea, paso más de treinta minutos intentando obtener algún registro público en Internet.

Googleo sus nombres, apellidos e incluso los busco en el directorio virtual, sin embargo no tienen ni siquiera redes sociales, lo cual en plena época del Instagram parece algo extraño. Chasqueo, frustrada al ver que tampoco hay registros por parte de la policía nacional a nombre del profesor Dorsey.

¿Qué esconden y por qué los Harrison los encubren?

Malika y las otras chicas no eran de gran ayuda respecto a mi investigación personal, evadían mis dudas sobre los Clark, escudándose detrás del argumento de no tener idea sobre su pasado. Jade era otra que me recomendaba mantenerme alejada de los problemas.

Golpeo mi cabeza contra la almohada, molesta.

Me estiro, sacando el termómetro de mi taza de té y comprobando su temperatura.

38,5°.

Perfecta temperatura para continuar con mi farsa. Justo en cuanto termino de secar el termómetro entre mis mantas, la puerta se abre. La institutriz entra a la habitación.

—¿Ya se siente mejor? —pregunta acercándose.

—La verdad no mucho —sonrío con debilidad—, pero está bien, ya tomé las pastillas y creo que si descanso un rato más para la tarde me encontraré bien.

Ella asiente, leyendo la temperatura en el termómetro.

—Ha bajado desde la hora en la que me avisó —asiente—, descanse, mañana debe volver a clases.

—Lo sé —asiento—, gracias por el desayuno.

—Marcaré su tarjeta en el comedor —dice.

Ella se va, dejándome sola en la habitación. Vuelvo a abrir la pantalla de la laptop y tecleo una vez más el nombre de Derek pero aun así no obtengo ningún tipo de resultados acerca de él.

*****

Almorcé con las chicas en el comedor, los hermanos Clark y los Harrison no aparecieron en todo el almuerzo, su mesa, en el fondo del comedor se encontraba vacía. Casi podías ver los fantasmas de los muchachos rondar.

Me empecé a preguntar qué se traerían entre manos después de lo del otro día y si su hermano les había comentado sobre mi amenaza. Suspiro, comiendo sin ganas.

—¿Qué sucede? —cuestiona Mary.

—Veo que los Clark no están —cometo con un aire casual.

—Sus padres se los llevaron anoche —dice Dana.

No puedo ocultar mi sorpresa.

¿Qué?

—¿Cómo...?

—Vinieron a recogerlos cerca de la medianoche —responde Malika—, no sabemos porqué.

—¿Es por lo que hice? —cuestiono, temerosa.

Academia WindstormDonde viven las historias. Descúbrelo ahora