Academia Windstorm

19: Posible Desaparición

—Atria, la corbata —la institutriz me llama la atención apenas y pongo un pie en la entrada.

—A la orden —murmuro ajustando la corbata roja en mi cuello.

Jade sale del comedor con un vaso para bebida caliente entre manos y una sonrisa que promete problemas se extiende por su rostro, de las escaleras que llevan a los salones bajan Siva y James junto a las tres brujitas, mientras que de reojo veo a los hermanos Clark salir de la oficina de Surata.

Todos vienen hacía mi encuentro, lo cual solo me lleva a pensar en una cosa.

Problemas.

—¿Ahora qué? —pregunto resignada en cuanto todos me rodean.

—¿Cómo que ahora qué? —cuestiona Nash.

—¿Qué mala noticia me vienen a dar? —pregunto.

—Felicidades, reina cisne —dice Nathan poniendo una hoja impresa frente a mi rostro.

—¡¿Qué?! —exclamo, arrebatándole la hoja y leyendo.

"Odette/Odile: Alex Ofelia Marie Atria"

Salto en mi lugar con la hoja en manos mientras grito de la emoción. Jade sonríe ampliamente, rodeándome con sus brazos en un abrazo cariñoso. Sus ojos brillan justo como deben estar brillando los míos, recordándome lo pura y sincera que siempre ha sido nuestra amistad.

Acepto las felicitaciones de todos los chicos mientras sigo en una especie de estado de shock. No estoy tan oxidada después de todo este tiempo y me alegra haber mejorado estas últimas semanas.

—La señorita Dallas tiene que dejarme diseñar tu corona de plumas —dice, emocionada—, vas a ser una buena Odette.

—Lo sé, debo llamar a mi madre —asiento, buscando mi teléfono entre las cosas de mi mochila—, ya debe haber vuelto de su viaje...

Jade asiente.

—¿No has hablado con tu madre? —cuestiona Jake, confundido.

—No, no desde que supe que... mi familia es peculiar —respondo, bajando la voz—. No contestaba el teléfono, los padres de Jade dijeron que había salido de viaje por algunos días ¿Debería preocuparme?

Nathan sopesa sus palabras antes de acercarse a mí.

—Creo que es un buen momento para empezar a intentar localizarla —responde.

—¿Hay alguna mala noticia? —cuestiono, mirándolos a cada uno de ellos— Porque puedo jurar que se están guardando algo.

—Vaya, se vuelve cada vez más sensible a las mentiras —Troye rueda los ojos.

—Solo llama a tu madre —insiste Nathan.

Saco el teléfono y entro a los contactos.

—¡Atria, el teléfono! —la institutriz vuelve a llamarme la atención.

—Ya sé... —murmura Caleb—, vámonos...

Corremos escaleras arriba y entre los pasillos de los salones de clase hasta terminar en la misma salita vacía y empolvada de papeles tapices floreados, Jade pone cara de disgusto al ver el espantoso y caótico patrón de flores.

—Alguien cometió un crimen aquí —asegura, cruzándose de brazos.

Vuelvo a sacar le teléfono e intento llamar a mi madre de inmediato, Nathan y Troye se quedan a mi lado, observándome atentamente.

Un timbre, dos timbres, tres y me manda directamente al buzón. Le devuelvo la mirada a Nathan.

—No hay respuesta —respondo, perdiendo de a pocos la paciencia.