7: Mala Espina

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Derek, cinco letras, mucho misterio. El primer día del profesor Dorsey en la academia, para mí había sido el día más extraño de mi vida. Desperté sudando frío en la madrugada después de una pesadilla con sus electrizantes ojos azules.

Soñé que corría por el bosque, con mi corazón martilleando en mis oídos, mi respiración errática y mis tobillos rindiéndose tras haber recorrido un largo camino entre los árboles sombríos, removiéndose con violencia, víctimas de las ráfagas del implacable viento. El bosque, en mi sueño a duras penas iluminado por la luz de luna. Corría, sintiendo mis pulmones estallar y él corría detrás de mí, como un animal, podía oír sus rugidos, sus pisadas en la tierra, quebrando ramas.

Él venía por mí y yo estaba aterrada, finalmente me atrapó, contra el suelo, las rocas cortaban la piel de mi espalda, sus ojos conectaron con los míos, abrió su boca ampliamente para gritar y de repente desperté.

Toda la mañana anduve explotando mi cerebro, rondando una y otra vez su rostro en mi mente. De alguna manera, Derek Dorsey resultaba familiar.

Necesito saber sobre él y porqué todo este asunto de ser familiar de los hermanos Clark no me agrada para nada.

Temo preguntarles a los hermanos Clark por su tío, su conversación del otro día era lo suficientemente inquietante. ¿Y si era un violador? ¿Un asesino en serie? ¿Un psicópata que mató a toda su familia? No sé quién es realmente el profesor Dorsey, pero una espina se entierra en lo fondo de mi pecho cuando su mirada viene a mi mente.

¿Quién es Derek Dorsey y por qué no debería estar aquí?

Algo en él me inquieta, me da mala espina.

Quiero saber sobre él y de alguna manera u otra traeré esa información hacia mí.

Miro por la ventana, observando el bosque interminable.

El sol por aquí ni se asoma, esta mañana la llovizna ha tomado el protagonismo.

No puedo recordar con exactitud lo de anoche pero aún oigo esas voces femeninas llamarme desde lo profundo del bosque.

¿Eran realmente voces?

¿Vamos a desayunar? —pregunta Malika— Va a cerrar el comedor.

—Claro, déjame cepillar mis dientes —respondo, apartando las sábanas de mi cuerpo.

Nos reunimos con las otras chicas en el comedor, apenas y me entran un par de sorbos del café. No tengo apetito y todos no dejan de mirarme.

—¿Cuándo lo van a superar? —cuestiono, malhumorada.

—Bueno, es probable que arreglen el muro y el único escape de la instalación deje de existir —dice Mary.

—Oh, vaya... genial —ruedo los ojos, desparramándome de la silla—. Ahora la academia entera me odia.

Veo como los hermanos Clark entran al comedor conversando entre ellos, los ojos de Nathan me alcanzan por un momento, solo atino a apartar la mirada. Caleb me saluda con un movimiento de manos.

—¿Cómo es que los cuatro están en el mismo grado? —cuestiono, confundida.

No me había planteado aquella pregunta.

Dana ríe —Jake, Nash y Nathan son trillizos, Caleb es menor por un año pero fue adelantado por su capacidad...

—Vaya, debe ser un genio —dice Jade— ¿A que no saben quién es mi pareja de química?

—¿Quién podría ser el desafortunado? —pregunto, burlona.

Ella me lanza una servilleta.

—Afortunado —corrige—. James Harrison —completa, agitando sus pestañas rizadas con coquetería.

Academia WindstormWhere stories live. Discover now