Academia Windstorm

22: Detener El Partido

La academia se llenó de colores el día de hoy, con la llegada del equipo de fútbol de la ciudad vecina todos esperaban un partido más que espectacular en la noche. Teníamos un plan para esta noche y era volver al ala oeste del castillo, claro que habíamos olvidado que eran ellos quienes participaban en el equipo a favor de nuestra academia.

—Driselda y Garret van a notar de inmediato que no están en las bancas —niega Nash—, están como locos con que todos los alumnos estén en el campo... Mandarán a los profesores a buscarlos y no querrán que los encuentren en la zona prohibida del castillo.

—Hay algo que aún no entiendo... ¿Por qué está prohibida? —pregunto.

—Para serte total y francamente sincero... no lo sé —me responde él—. Podemos hacerlo después del partido.

—¿Quién va por las llaves? —pregunta Conor, cruzándose de brazos.

Todos se quedan en silencio, mirándose unos a los otros.

—Iré yo —me ofrezco, finalmente.

—Están en la oficina de Surata —dice Siva, esperando que me retracte.

—Estaré bien —aseguro con autosuficiencia.

Eleva las manos en el aire, rendido.

—Bien, alguien ganó confianza después de beber del colmillo del dragón —comenta con humor.

Se ríen. De pronto recuerdo el asunto de los Berserkers y el escudo de la casa de los muchachos.

—¿Qué hay con la manada enemiga? —pregunto— ¿Qué haremos con el escudo de su casa?

—Estando aquí en la academia no hay mucho que hacer —responde Troye, serio—, lo que resulta preocupante y la verdad no sé porqué ninguno de nosotros está hablando de eso ¿Por qué no ha habido ni un solo movimiento por parte de Derek hasta ahora?

Caigo en cuenta de eso.

—Es cierto —responde Caleb, confundido—. Hay algo que no estamos viendo.

—Hace días... —murmuro, intentando recordar—, me habló en la biblioteca, Nathan y Troye discutían...

—Oh, wow —Jake finge sorpresa— ¿Nathan y Troye peleando? No te lo creo.

Nathan le golpea el brazo.

—¿Qué te dijo?

—... Él dijo que siempre nos veía, que nos veía correr de un lado al otro, como niños —respondo, pensando—, me habló sobre estar del lado correcto de la historia y se fue cuando le pregunté qué quería.

Todos se quedan en silencio, absortos en sus pensamientos. La sala común a esta hora en la tarde es poco concurrida, apenas y están otros cuatro alumnos sentados al fondo de la sala jugando videojuegos.

Apoyo mi rostro entre mis manos, pensando en qué hacer, en dónde estamos parados en este momento.

—¿Y si ya la encontró? —pregunto.

Caleb regresa a la realidad, juntando sus dos cejas.

—Ya habría hecho algo ¿No? —pregunta.

Jake se remueve en el sofá, inclinándose y apoyando sus codos en sus rodillas.

—¿Y si hay alguien más? —sugiere— ¿Alguien más detrás de él?

Nathan ríe, sin humor.

—No, no, no... —corta Jake—, enserio... ¿Por qué? ¿Por qué fue tan fácil saber que Derek estaba detrás del Athyo? ¿Por qué fue tan fácil? Tú lo viste, todos lo vimos... cuando lo confrontamos no le importó.