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Escuchaba el infernal ruido de la alarma, pero estaba acostado boca arriba mirando el techo sin intención de levantarse. Antes, podía despertar y estar en pie antes de que la alarma sonara, con una sonrisa, lleno de entusiasmo, pero ahora era diferente, estaba tan cansado, tan deprimido, que el esfuerzo que hacía de levantarse de la cama le absorbía mucha energía.

Apagó la alarma y se puso de pie, estaba frío, el ambiente era más frío que de costumbre, fue al baño y encendió la regadera, mientras tomaba un baño rápido, comenzó a llorar, dolía. Mucho. Después de haber terminado una relación tormentosa, dónde había sufrido un infierno, no estaba preparado para enamorarse de nuevo, pero Min JungKook tenía la destreza de hacerlo caer, era dulce, divertido y asombroso, siempre lo admiró, no era ciego, le gustaba físicamente, y cuando empezaron a salir, a sobrepasar la intimidad sus ilusiones crecieron como espuma, pero así como crecieron, fue desapareciendo.

Sabía que no lo amaba, sabía que no significaba gran cosa para él. Estaba bien con eso, hasta que se enamoró, llegando a un punto dónde no podía retroceder, estaba claro que JungKook no lo iba a elegir, sin embargo, no pensó que la caída fuese tan rápido. No podía compararse a Taehyung, él estaba sobre cualquiera de las espectativas, tan perfecto, hermoso y talentoso, a su lado no era nada, y no podía evitar estar molesto, porque estaba seguro que Kim Taehyung no amaba a Jeon JungKook.

No estaba en su naturaleza pensar mal de las personas, ser cruel o vengativo, y no era como si tuviera la energía para hacerlo, estaba tan decaído que apenas y podía comer.

Salió de su casa, tomó el autobús y llegó a la empresa temprano, a esas horas su jefe apenas estaba llegando, por lo que no se molestó en ir más rápido, fue a la cafetería por el café del señor Min y subió al ascensor, tenía ligeras nauseas, que podían ser producto de la mala alimentación que había tenido. Dejó sus cosas en su escritorio, y fue a la oficina de JungKook a dejarle unas carpetas y el café.

Abrió la puerta y miró al frente, los sonidos de besos y jadeos le hicieron abrir los ojos en demasia, ahí estaba él, en su silla besando el cuerpo semidesnudo de Taehyung sentado en su regazo. Boqueo, ellos le miraron, sorprendidos.

—Lo lamento—dijo haciendo una reverencia y saliendo.

Cerró la puerta y dejo las cosas en su escritorio, quería llorar, y no sólo eso, salió corriendo al baño, se metió al primer cubículo y vómito lo inexistente en su estómago. Estaba llorando, recargando en la puerta, con un asco que recorría su esófago, verlos fue muy duro, demasiado, un golpe que le lanzó al suelo sin piedad, lloró hasta que sus ojos quedaron adoloridos, salió del cubículo, rogando que no hubiera nadie, se lavó las manos, el rostro y la boca.

—Hola—dijo Taehyung entrando al baño—. JungKook te estaba buscando. La reunión inicia pronto.

—Sí, enseguida voy.

—¿Estás bien? —dijo mirándolo a través del espejo mientras lavaba sus manos.

Su cabello estaba hecho un lío, sus labios rojos y ojos brillantes. Yeosang asintió, dando una sonrisa falsa.

—Lamento la interrupción señor, el señor Min nunca llega tan temprano.

—No te preocupes—sonrió Taehyung—. Me siento avergonzado.

—No se preocupe señor, yo jamás diré nada.

—Claro, lo sé, nos vemos Yeosang.

—Adiós señor—hizo una reverencia.

Cuando lo vio salir mordió con fuerza su labio inferior. No podía, estaba seguro de que no podría soportar todo por mucho tiempo, estaba enfermando. Se arregló y salió, volviendo a su lugar de trabajo, tomando el café y las carpetas y volviendo a la oficina de JungKook. Quien ya estaba en la silla, completamente arreglado y pulcro.

La Regla Del C.C.P (Yoonmin)Where stories live. Discover now