La Regla Del C.C.P (Yoonmin)

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Era al primer servicio fúnebre que asistía, era segundo aniversario luctuoso de su padre, sin embargo, se había ido de ahí antes de que se celebrará el primero, en su hogar trató de hacer un altar y llorar a su padre, en ese momento se sintió mal y culpable de que su padre lo viera tan destrozado, estaba seguro de que le estaba causando muchos problemas en vez de dejarlo descansar en paz, pero era algo que no podía evitar, ahora, mantenía esa tristeza en su corazón, pero sus razones para sentirse avergonzado y culpable eran muy diferentes, estaba completamente seguro de que su padre no aprobaría la forma en la que estaba haciendo las cosas, sin embargo, ¿Existía otra manera? Min HongJae no le había enseñado más que cosas buenas de la vida, después de leer sus documentos podía entender la razón, en un mundo lleno de dolor, él sólo quería que viviera lo mejor, tal vez dejándose llevar por su historia de vida, por ser la salvación de un niño en la calle, además, de tratar de eximirse de la responsabilidad que tenía sobre su influencia en su familia, a quienes les enseñó de forma equivocada que la única forma de sobresalir en el mundo era mediante el poder, las riquezas y el respeto, sin importar a quien lastimaran en el proceso, el fin justificaba los medios, su padre se dio cuenta que estaba equivocado y quiso hacerlo mejor con él, pero, dejó de lado a quienes necesitaban salvación, los Min estaban condenados bajo sus propias infames acciones.

Lo que había visto, las cosas que descubrió fueron suficientes como para entender que ellos no cambiarían jamás, que muy por lo contrario seguirían haciéndole daño a cualquiera que consideraran una amenaza y muy para su pesar, Yoongi y él lo eran. SeungHyun no dejaba de mirar a Yoongi con rabia contenida, no estaba nada feliz con su decisión de dejar de lado a la familia y sus "obligaciones", mucho menos por alguien como él. Lo veía en los ojos de cada uno de los que estaban ahí, no encajaba en ese lugar ni en su fachada de perfección, era una vergüenza para ellos, tener que mezclarse con un don nadie debía ser humillante, ¿Su padre lo sabía? Jimin no quería pensarlo mucho, porque estaba seguro de que su padre lo amaba, sin embargo, aunque en su carta estaba escrita la confianza que tenía en él, no podía evitar pensar que su proclamación como heredero mayoritario también fue una lección cruel y burlesca para la familia Min, quienes jamás imaginarían que alguien sin estudios, sin linaje, sin un apellido llegaría a tenerlo todo, ellos lo miraban con desconfianza, pensando que en cualquier momento podría retractarse y tomar el mando de todo por lo que ellos habían luchado hasta la muerte.

Era irónico, la vida estaba llena de ironías cuyos propósitos podían tener cualquier fin. Mientras estaba al lado de los hijos de Min HongJae, poniendo incomoda a la familia, supo que no pertenecía ahí, que jamás lo haría, que si se quedaba, tendría que luchar constantemente con el desprecio y el dolor, volviéndose paranoico, creyendo que en cualquier momento le darían un golpe por la espalda, no podía hacerlo, pidió perdón a su padre de corazón, porque jamás sería el hijo que quería, y no aceptaba la vida que había planeado para él, no podía luchar por levantar un imperio que no le importaba, porque era así, los Min aun no comprendían que a él no le impresionaba el dinero y no quería el poder de nada, sólo quería regresar al único lugar que podía llamar hogar, criando a su hijo, al lado de la persona que amaba, sólo eso, si ellos pudieran verlo y entenderlo, Jimin no tendría que jugar su sucio juego, bajo sus propias reglas.

Nadie realmente estaba ahí para mostrar respeto a su padre, a nadie le importaba realmente, tal vez porque ellos no lo conocían como él lo hizo, o posiblemente porque sus corazones e interiores podridos no podían amar en verdad, no había hermandad, ni cariño, ni siquiera amabilidad, todo era una falsa máscara de víboras que se arrastraban y se enredaban en los demás, buscando algo a cambio, envenenando mentes y corazones, Jimin no podía permitir que su hijo creciera al lado de esas personas.

Min Seunghyun estaba tan seguro de sí mismo, que daba miedo, porque una persona que vivía con sangre entre las manos y podía pararse con ese porte pretencioso de seguridad creyéndose invencible, debía tener un sinfín de trucos para callar y controlar a cualquiera que quisiera irrumpir en su vida perfecta. Ni siquiera la muerte de su esposo pudo borrar su sonrisa sarcástica, él no sabía lo que era amar, no de la forma correcta, sólo había aprendido algo en su vida y eso era que las personas a su alrededor, sean o no miembros de su familia eran un medio para llegar a un objetivo, no había empatía ni consideración, siempre y cuando él estuviera bien lo demás dejaría de tener significado.