Habían pasado tres días desde que Jimin le permitió quedarse, pero, era como si no existiera para él, no lo miraba, no le hablaba y trataba de no cruzarse en su camino, Yoongi estaba desesperado, no sabía qué hacer, trataba de distraerse con un poco de trabajo a larga distancia, pero, no era suficiente, empezó a salir a correr por las mañanas, para despejar su mente, porque era una maraña de ideas y malos pensamientos.
Necesitaba a Jimin, se sorprendía con lo poco que se conformaba, porque él estaba bien simplemente teniéndolo bajo el mismo techo, topándose con su rostro, lo amaba y quería hacer algo para ganar su perdón, pero, no sabía cómo, jamás había tenido que luchar por algo en su vida, todo siempre fue tan simple para él, sólo bastaba con alargar la mano para que las cosas cayeran sobre ella y jamás tuvo que luchar por una persona que amaba, dentro de su mundo eso era considerado una estupidez, ¿Por qué perder el tiempo con una sola persona cuando podía tener a otras a sus pies? Creció así, de esa manera, sin importarle nada más que él mismo, hasta que Jimin llegó a su vida y se enamoró de él, ahora que sabía que estaba por tener un hijo, no se iba a dar por vencido, sin embargo, no sabía cómo actuar. Estaba perdido.
Nada funcionaba, ni los buenos días que le daba, ni las pocas preguntas que le hacía, nada, Jimin no lo quería cerca y eso le dolía, jamás se sintió más herido, veía las fotografías que su hermano menor le había mandado, junto a su esposo y a su bebé, estaba tan feliz, él también quería esa felicidad, pero lo arruinó todo, no había forma de que Jimin volviera a confiar en él.
Llegó de correr esa mañana, sudando y con frío, dormía muy mal, su espalda dolía demasiado, pero, quería aguantar hasta el final, poco importaba si tenía que dormir en el piso, tomó de la botella de agua que tenía, dejándola en la mesa de centro, camino a la cocina y ahí estaba Jimin, aun en pijama, con un suéter de cierre enorme, sonrió a medias, sin entender de donde sacaba ropa tan holgada. Estaba tomando un vaso de jugo, no lo miró, simplemente observaba a la nada.
—Buenos días—dijo con tranquilidad.
Sin respuesta, mordió su labio inferior desviando la mirada, su orgullo estaba herido, nadie lo había tratado con tal indiferencia, quiso decir algo más cuando escuchó a Jimin salir corriendo, confundido y preocupado lo siguió al baño, donde el menor se hincaba frente al retrete a vomitar de forma violenta cualquier cosa que tuviese en el estómago, se acercó a él, hizo una mueca al escuchar, con temor acaricio su espalda, Jimin con la mano manoteo para quitarlo debido a la vergüenza que sentía, Jimin dejó de vomitar unos momentos bajando la cadena, pensando que sería suficiente, pero las náuseas volvieron a atacarlo, Yoongi miraba con preocupación la forma en la que devolvía todo, sus lágrimas recorrían sus mejillas y no dejaba de sollozar, desesperado, quería que todo acabara. Yoongi se levantó, había una toalla de manos, la cual mojó, regresó con Jimin, este trataba de respirar profundo, volviendo a bajar la cadena, Yoongi tomó un poco de papel higiénico y limpió con cuidado la comisura de sus labios, Jimin mantenía los ojos cerrados, muy pálido, con una de sus manos tomaba su vientre.
—¿Ya pasó? —preguntó con una arruga en la frente debido a la preocupación de verlo tan enfermo.
Jimin no contestó, simplemente sollozo, odiaba vomitar, lo aborrecía, Yoongi llevó la toalla mojada a su frente y palpó ligeramente, limpiando el sudor en su frente y cuello, Jimin hizo ademán de volver a vomitar, pero sólo fueron un par de arcadas y bufó. Quiso acostarse en el piso hasta que pasara el malestar, como acostumbraba a hacer, pero Yoongi se lo impidió.
—El piso está frío, vamos a tu habitación, tienes que recostarte.
—Mmmm—no pudo responder bien, estaba demasiado mareado para hacerlo.
Yoongi pasó uno de sus brazos por su cintura y el otro por debajo de sus piernas para levantarlo, a pesar de su embarazo estaba muy ligero, subió con mucho cuidado las escaleras, sin moverlo demasiado para no incomodarlo, lo puso en su cama, Jimin estaba con los ojos cerrados, pero jadeando, se sentía realmente mal.

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La Regla Del C.C.P (Yoonmin)
FanfictionLa inocencia y la pureza de un alma, es algo invaluable, que ni siquiera una vida de lujos puede comprar. Park Jimin encuentra a su angel guardián, que sin esperarlo, tiene un lúgubre secreto que guardar. En una vida llena de envidia e injusticia...