let you go*

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Mingyu ajustó el prolijo traje a su cuerpo mientras contemplaba al hombre en el espejo. Estaba por casarse de nuevo, era extraño. Una vez creyó que Jisoo era el indicado. Durante aquellos días universitarios, Jisoo era el centro de su mundo y no deseaba nada más que aquella fría y cruel belleza volteara a verlo a los ojos. No fue fácil para nada -lograr que Jisoo correspondiera sus sentimientos. Jisoo se la pasaba evadiéndolo a toda costa y Mingyu había persistido hasta que Jisoo cedió. Durante esos días Jeonghan no existía -sólo Jisoo.

Pero sólo con la reaparición de su primer amor todo comenzó a derrumbarse. Mingyu capturó su mirada por el espejo. Tal vez lo que había sentido por Jisoo nunca fue tan fuerte y profundo, de otra manera, ¿cómo podía explicar su obsesivo deseo por tener a Jeonghan? ¿Cómo podía explicar el revoltijo de sentimientos dentro suyo cada vez que veía a Jisoo feliz con alguien más? Fue muy difícil tanto para Mingyu como para Jisoo aceptar al otro en ese entonces, pero ahora volvían a ser extraños -de regreso al inicio. Mingyu seguía atormentándose, imaginando a Jisoo haciendo el amor con alguien más. ¿Sus besos eran tan suaves como los que habían compartido ellos? ¿Su voz era igual de dulce como con Mingyu? Cerró sus ojos, tratando de borrar aquellas vividas memorias de su cabeza.

Peinando su cabello hacia atrás, suspiró, para después dirigirse al salón principal donde su mirada se encontró con Jeonghan. Llegó al lado de su esposo y Jeonghan alcanzó su mano. Mingyu rodeó la pequeña mano de Jeonghan con la suya y sus anillos chocaron. Su mirada recayó brevemente en el anillo, recordando el jubilo que sintió cuando compró aquel anillo para Jeonghan mientras desechaba el de Jisoo. Mingyu miró hacia la multitud para descubrir a Jisoo junto a Junhui, platicando animadamente aunque Jisoo nunca había sido de los que hablaban demasiado. Incluso durante el intercambio de votos, la mirada de Jisoo se encontraba en otra parte menos ahí -el ex esposo de Mingyu parecía estar mirando algo detrás de los recién casados mientras el brazo de Junhui colgaba de sus hombros. Mingyu se preguntó en ese momento qué podría estar sintiendo Jisoo mientras los observaba compartir un beso y palabras de amor eterno.

La ceremonia terminó bellamente y Jeonghan comenzó a llorar. El hombre había estado llorando fácilmente esos días y Mingyu pensó que se debía al embarazo. Jeonghan envolvió sus brazos alrededor del pequeño Jihoon y éste, quien nunca había sido bueno con las emociones, tan sólo se quedó rígido dentro de los brazos de su amigo. Sin embargo, la mirada de Mingyu fue cautivada por la hermosa sonrisa de Jisoo, quien se encontraba despidiendo a los invitados en la entrada. Sin pensarlo, Mingyu se dirigió hacia él, dejando a Jeonghan detrás.

La mirada de Jisoo chocó con la del más alto, y se encontró a sí mismo encogiéndose contra la pared, sin escapatoria. Sus ojos vagaron por todo el salón buscando ayuda, pero Junhui se encontraba demasiado lejos como para intervenir. Su honesta y bella sonrisa se deformó en una peculiar e incomoda mueca cuando se halló arrinconado por la presencia de Mingyu.

"Gracias por venir," Mingyu dijo y Jisoo rió suavemente. "Por supuesto, aún si no fuera parte de mi trabajo hubiese venido."

"Jeonghan estaba muy contento con los resultados," Mingyu mencionó, "Así que estoy agradecido."

"Eso es genial," Jisoo replicó incómodamente, "Bueno, felicidades una vez más." Jisoo evadió su mirada y eso irritó a Mingyu. Tal vez Mingyu era sólo como un niño y esta era sólo una fase. Tan sólo no le gustaba dejar ir las cosas por las cuales había trabajado tanto. Se acercó más a Jisoo, evitando que la mirada de su ex esposo huyera de la suya. Jisoo retrocedió un poco desconcertado, pero no hizo el intentó de escapar.

"¿Has pensado en...volver a casarte?" Mingyu cuestionó y Jisoo alzó una ceja, riendo ligeramente. "No, pero quizás en un futuro."

"¿Con Junhui?" Mingyu sabía que estaba sobrepasando los limites de un ex esposo, pero de alguna forma, su boca no paraba de moverse. "No lo sé, primero necesito tiempo para mí mismo," Jisoo aclaró, moviendo su mirada de un lado a otro con frustración, Mingyu alcanzó su rostro tan familiarmente, presionando sus enormes manos contra las mejillas contrarias. "Mírame cuando te hablo."

Degenerates | MinshuaWhere stories live. Discover now