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Jisoo se acostumbro a Jeju, se volvió familiar lentamente con el paisaje. Su experiencia en el restaurante aumento relativamente en tan sólo dos semanas, pero por el fin de la tercera semana, Wen Junhui apareció revestido con un clásico traje negro, justo frente al restaurante de la señora Boo. Jisoo no cuestionó su presencia. Simplemente apretó la carta del menú contra su pecho y le dio la bienvenida al hombre, pero Junhui no podía apartar su tensa mirada de la inexpresiva de Jisoo.

"Sólo una persona, ¿cierto?" Jisoo confirma, guiando a Junhui hacia una mesa para dos. "Pase y siéntese." Junhui obedece sin decir una palabra. "Aquí está el menú," Jisoo coloca su mejor sonrisa, entregándole la carta. "Déjeme saber cuando esté listo para ordenar-"

Junhui abruptamente lo toma de la muñeca, pero Jisoo se deshace de su agarre con un jadeo. "Disculpe," esconde su brazo tras su espalda, mirando al hombre sentado. "Come conmigo," Junhui dice repentinamente. Jisoo sólo puede reírse ligeramente. "Estoy trabajando," responde.

"Hablaré con tu jefe-"

"No, eso es raro," Jisoo declina.

Junhui se le queda viendo. "Entonces, ¿qué tal después de tu turno?"

Jisoo aprieta las cartas en su mano, contemplando la propuesta. "De acuerdo," accede pero cuando el tiempo avanza, Jisoo comienza a dudar, preguntándose si ha cometido otro error. Jisoo no tiene ningún resentimiento hacia Junhui; de hecho, está agradecido. Junhui lo había ayudado en varias ocasiones cuando Mingyu no estaba a su lado, pero Jisoo siente que si no corta lazos con Junhui, el hombre seguirá sintiéndose culpable por haberlo arruinado.

Jisoo se despide de la señora Boo que está aún tras la barra. La mujer siempre es la ultima en irse, porque si no es así, se sentirá ansiosa porque pensará que alguien ha dejado algo abierto -o al menos eso fue lo que Seungkwan le dijo a Jisoo. Es extraño despedirse de la mujer cuando volverán a verse en casa. Jisoo había pensado en encontrar su propio apartamento pero ella le pidió quedarse, acordando que ella le descontaría de su paga el costo de la renta, pero cuando Jisoo revisó sus dinero, ella apenas y había descontado algo.

Jisoo acomodó su cardigan ligero, saliendo del acogedor y pequeño restaurante para encontrarse con Junhui esperándolo fuera con un cigarro en la mano. Jisoo no sabía que el hombre fumara. El maloliente cigarrillo no encajaba con su atractivo rostro ni su prolijo traje. Junhui pareció notar su disgusto por el tabaco y rápidamente aplastó lo que restaba de su cigarro con su pie.

"Tiralo apropiadamente," Jisoo le advierte, y el hombre le obedece, recogiéndolo del suelo y pasando junto a Jisoo para tirarlo en el bote. Jisoo oye el sonido del objeto siendo desechado hasta que el brazo libre de Junhui repentinamente se envuelve alrededor de su torso y lo empuja directamente contra su pecho. No puede reaccionar a tiempo. La barbilla de Junhui cae sobre su hombro, y su pecho se presiona contra el suyo. Jisoo se sofoca por el fuerte abrazo. Comienza a forcejear pero Junhui sólo lo estruja más.

"¿Qué estás haciendo? Déjame-"

Junhui hunde su rostro en el cuello ajeno, inhalando el aroma que ahí reside. "Sólo un minuto," le suplica, "Sólo un rato."

Jisoo mantiene una postura a la defensiva pero cumple el deseo del hombre, y Junhui cumple su promesa y lo deja ir luego de un minuto. "¿Por qué estás aquí?" Jisoo toma la iniciativa de preguntar. Junhui desvía la mirada a sus pies. "Jeonghan me contó que estuviste enfermo y también a dónde te habías mudado. Dijo que Mingyu le había contado."

Jisoo rió entre dientes. "No contestaste mi pregunta. ¿Qué haces aquí?"

"Para disculparme."

"¿De qué?"

Degenerates | MinshuaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora