Tongue tied*

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A Jisoo no le habían avisado que el festival de té tomaría lugar en Seúl, y no en Boseong. Así que no se atrevió a decir una sola palabra mientras se sentaba junto a Wonwoo en el autobús con su mirada fija sobre en suelo.

Cuando se había visto sorprendido más temprano, Wonwoo había reído histéricamente mientras decía, "¿Piensas que la gente habría asistido si fuera en Boseong? Por supuesto que no, el evento promocional siempre ha sido en Seúl." Jisoo culpaba a Wonwoo -el hombre había olvidado que Jisoo era un nuevo residente y le había pedido asistencia al evento sin mencionar que se llevaría acabo en otra parte. Tenía sentido que le siguiera repitiendo a Jisoo que podía tener ambiciones altas, y que no se limitara a las cosas que ya tenía. 

La multitud se encontraba vívidamente hablando, en su mayoría ancianos que dependían de Wonwoo y Jisoo , designándolos como líderes del equipo. Jisoo se mantuvo en su lugar entre la multitud, rehusandose a hablar mientras que Wonwoo hablaba animadamente por el micrófono. El público se aglomeró como abejas sedientas de miel, tomando copas de las manos de Jisoo mientras éste apenas podía arreglárselas para servir con eficiencia a todos y cada uno. La tía Soo eventualmente se acercó a él, envolviendolo con un brazo por los hombros. "¿Somos populares, no? El té verde siempre ha sido popular entre la sociedad coreana." Ella le mostró una sonrisa, y eso logró aligerar su tensión un poco por estar en Seúl, y sin permiso. "La anciana Park está preparando helado de té verde, su especialidad, allá al fondo. Cuando tomes un descanso ve a probarlo."

Honestamente, a Jisoo sí se le antojaba algo frío en ese instante, pero su presencia seguía siendo requerida, sirviendo taza por taza sin poder parar. Wonwoo llegó a su lado, respirando con dificultad mientras se aferraba al brazo de Jisoo, buscando donde apoyarse. "Nunca había hablado tanto en mi vida," comentó mientras Jisoo retuvo una risita, "Siempre hablas demasiado. Eso no debería ser un problema-"

"¿Tú en verdad crees que hablo mucho contigo? Eso es porque tú no hablas-"

"Muy bien chicos," La tía Soo intervino antes de que pudieran continuar, presionando sus manos en los hombros de ambos chicos, "Vayan a comer helado y vuelvan dentro de quince minutos. Nos la arreglaremos por un momento." Wonwoo sonrió ante la sugerencia y tomó a Jisoo de la muñeca antes de que la tía Soo pudiera cambiar de opinión. "Rápido, quince minutos es muy poco tiempo."


"Sírvanse ustedes solos de la maquina de atrás," dijo la señora Park en cuanto los vio acercarse y Wonwoo se limitó a hacer una venia como saludo antes de arrastrar a Jisoo consigo a la máquina trasera. La tía Park lucía muy ocupada atendiendo a niños y padres. Wonwoo tomó dos tazas de acrilico y presionó el botón de la máquina mientras Jisoo veía con asombro como remolinos verdes y blanco caían sobre la taza. "¿Qué tanto quieres?" Wonwoo preguntó girándose hacia el contrario, y Jisoo le arrebató la taza de la mano antes de que el contenido se desbordara. 

"Es demasiado," Jisoo remarcó, y el hombre continuó portando aquella sonrisa maliciosa mientras atiborraba la otra taza para él. Pronto devoró su porción de helado, sonriendo infantilmente mientras Jisoo terminaba el suyo con tranquilidad antes de enderezarse y limpiar el sudor en su frente. "Volveré ahora," anunció y Wonwoo llenó una segunda taza. "Espera, toma una segunda taza-"

"No, estoy bien-"

"No, para la tía Soo me refiero," habilidosamente Wonwoo terminó de llenar la taza mientras Jisoo esperaba. "Ella ama este helado."

Jisoo tomó cuidadosamente la taza, mirando las montañas de helado cremoso y brillante. Wonwoo ciertamente era alguien que no sabía contenerse. "Seguro, se lo llevaré."

"Gracias," dijo Wonwoo antes de devorar su segunda taza de helado, regresando hacia la máquina por una tercera porción. Jisoo estaba convencido de que por su sangre estaría corriendo azúcar; no era inusual que fuera tan hiperactivo todo el tiempo. "Sólo terminaré este tercero primero," remarcó antes de atiborrar sus labios con su nueva taza y Jisoo torció sus labios con disgusto -¿cómo podía comer tanto helado, especialmente con ese calor? El sabor frío y el contrastante calor hacia el cuerpo de Jisoo hervir, y extrañamente, lo debilitaba. El helado parecía flotar dentro de su estómago, y de repente, Jisoo sintió ganas de vomitar. 

Degenerates | MinshuaOnde histórias criam vida. Descubra agora