Lego house

570 88 46
                                    

"No," Jeonghan se negó, sentándose calmadamente del otro lado de la mesa a donde Jisoo se rehusaba a mirar. "Me niego." El té se había enfriado. Jisoo estaba sorprendido de que Jeonghan siquiera se molestara en preparar un poco o tal vez sólo había sido una excusa para contemplar la situación, creyendo que Mingyu estaba poniendo un final a su matrimonio. El silencio lleno la habitación. Jisoo ya no reconoce ese lugar. Todos los muebles habían sido cambiados; incluso el aroma era diferente.

"Jeonghan," Mingyu abogó, "Esto es una situación de vida o muerte. ¿Puedes dejar tus emociones de lado?"

Jeonghan rió entre dientes. "Casi nunca estás en casa y ahora que lo estás, ¿me suplicas que le dé mi médula ósea a tu amante? ¿Para qué? ¿Para que puedan tener un final felices los dos?" Jisoo comienza a desmoronarse ante los insultos, recordándose que había acordado no decir nada contra Jeonghan. "¿Siquiera recuerdas que tienes un hogar y  un hijo?" Jeonghan reta a su esposo.

"Jisoo está muriendo. Sé que no te importa pero él merece vivir. Te pido que hagas esto por tu propia voluntad-"

"Tú crees que soy el malo en esto, ¿no?" Jeonghan alza la voz, levantándose de su lugar. "Tú también," Jeonghan enfoca su afilada mirada sobre el silencioso Jisoo, "Crees que soy el obstáculo de tu felicidad que sedujo a tu esposo, ¿no? Pero estoy seguro de que no eres tan estúpido para entender que una infidelidad sucede entre dos personas, no sólo una."

"Me disculparé-"

"No necesito tus disculpas," Jeonghan calló inmediatamente a Mingyu. "Guardate esas disculpas a medias para ti mismo. Cometiste un error, ¿no? Eso es lo que piensas. Piensas que soy sólo un error, pero Kim Mingyu, yo nunca cometo un error. Te elegí a ti y no cambiaré eso."

"Entonces, ¿qué quieres que haga?"

Jeonghan vuelve a soltar una sarcástica carcajada. "No lo entiendes, ¿cierto? Estás pidiéndome que done mis células a tu amado amante para que pueda vivir, y ¿entonces qué? Yo lo pierdo todo. No queda nada para mí." Jeonghan comienza a recolectar las tazas en la bandeja, reorganizando la vajilla como un energúmeno. Se rehúsa a ver a Mingyu a la cara. "Limpiaré esto, y no cambiaré de opinión-"

Mingyu suelta un puñetazo contra la mesa; la vajilla restante sobre la mesa cae al suelo y se rompe en mil pedazos. Jeonghan y Jisoo se exaltan ante el sonido pero Mingyu no desea explicar su acción, levantándose imprudentemente para encarar a Jeonghan otra vez. Jeonghan se aferra a la bandeja fuertemente, alzando la cara para mirar al hombre que llama esposo.

"Te lo suplico," la tensión en la voz de Mingyu reaparece; sus cristalinas pupilas sufren de agonía al estar a la misericordia de Jeonghan. "¿Debo ponerme de rodillas también?" Y una risa amarga se le escapa. Su atractivo rostro se retuerce de lastimosa desesperación, y lentamente, se deja caer al suelo.

Las piernas de Jisoo se mueven al instante pero le duele demasiado como para detener a Mingyu. Su ex marido fue siempre tan orgulloso. Jisoo amaba su vigorosa y alta figura. Sentía que siempre podía apoyarse en esa fortaleza, pero ahora, debido a él, aquella fortaleza había colapsado. Las rodillas de Mingyu chocan contra el suelo. No quiero que mueras. Jisoo recuerda sus palabras, pero el dolor que atraviesa su pecho viendo a Mingyu mancillar su propio orgullo por él, es peor que la muerte misma. Jisoo retiene sus lagrimas, apretando sus puños contra las piernas.

"Por favor," Mingyu suplica, "Haré lo que quieras."

Jeonghan se queda viendo al hombre a sus pies, desviando su mirada hacia la despreciable de Jisoo. "¿Lo que sea?" Jeonghan confirma. Es su última oportunidad de aferrarse a su felicidad después de todo. Mingyu asiente. "Sí."

"...No nos divorciaremos. Luego del transplante, no verás a Jisoo nunca más."

Mingyu lo veía venir pero las palabras saliendo de la boca de Jeonghan expiden veneno mezcladas con egoísmo. No lo mira de vuelta, porque si lo hace, dudará. Se sentiría tentado por ese sueño donde él y Jisoo podían iniciar de nuevo.

Degenerates | MinshuaWhere stories live. Discover now