Degenerates | Minshua

get hurt*

La pequeña reunión de Mingyu llegó a su fin, y Jisoo se metió rápidamente al auto de Junhui antes de ser abordado por los ojos persistentes de Mingyu. El inocente Junhui tomó el asiento del piloto, sólo para notar la pálida expresión de Jisoo. "¿Qué pasa?" él preguntó y Jisoo se apresuró a mentir, sacudiendo su cabeza. "Nada, sólo estoy cansado." Prendió el motor demasiado tarde y Mingyu apareció en el campo de visión de Jisoo, golpeando la ventana de Junhui. Su novio bajó la ventana pacientemente. Una rafaga de viento se coló por las fosas nasales de Jisoo, sintiéndose sin aire. 

"Hola," Junhui saludó educadamente y Mingyu plasmó una media sonrisa. "Acerca de la cena," Mingyu mencionó y Jisoo volteó abruptamente, encontrándose con la mirada de su ex marido llena de culpa. Jisoo a veces olvidaba cuán terco Mingyu podía ser. "Trae a Jisoo contigo. Jeonghan quiere que Jisoo conozca a Daeho en persona."

Jisoo apretó sus puños, sin saber cómo intervenir en aquella conversación. Junhui sonrió ligeramente girando brevemente hacia Jisoo -"¿Por qué no le preguntas tú mismo?" Junhui sugirió y Mingyu enfocó sus ojos en el callado hombre. "¿Jisoo?" La voz de Mingyu persistió al igual que su personalidad, y Jisoo se estremeció ante esa voz, incapaz de avergonzar a Mingyu frente a Junhui. "¿Qué dices?" Mingyu confirmó, y Jisoo asintió de mala gana, mordiéndose el labio inferior. "Seguro."

Una sonrisa infantil emergió en el rostro de Mingyu, dos veces más amplia que hacia un momento y Jisoo deseó poder borrarla, pero tan sólo permaneció sentado. "Nos vemos," Mingyu murmuró antes de marcharse y Junhui detestó la manera en que esa voz siguió resonando en sus oídos. Sin que Jisoo lo notara, Junhui suspiró con decepción. "Pensé que declinarías la invitación," Junhui confesó, "Pensé que estabas enojado."

El corazón de Jisoo se hundió en su pecho, pero trató de reponerse, entrelazando su mirada con la oscilante de Junhui. "Lo estaba, pero sería grosero rechazarlos, ¿cierto?" Jisoo intentó reír, pero notó la manera en que las venas de Junhui se tensaron en su cuello y prefirió callarse. El fuerte de Junhui había sido siempre el de mantener su fachada, pero Jisoo siempre había sido bueno leyendo aquella fachada. Junhui fingió una sonrisa mientras arrancaba el vehículo, pero durante el viaje no volvió a abrir la boca. Y Jisoo no pudo reunir el suficiente coraje como para consolar a su pareja, por lo cual prefirió callar una vez más. 

Junhui y Jisoo se presentaron a la cena esa misma noche en la casa donde alguna vez fue feliz con Mingyu. Todo había cambiado tanto. Había un retrato enorme de la familia arriba de las escaleras, y la sala de estar estaba repleta de fotos del pequeño Daeho. Jeonghan adoraba tanto a su hijo que tan pronto salió de la cocina, arrullo a su bebé en brazos. "Buenas noches," saludó animadamente, y Jisoo le regresó la sonrisa, preguntándose qué tan natural su sonrisa se veía esa noche. 

"Buenas noches," Jisoo respondió. Junhui no le había dirigido la palabra desde la mañana, y Jisoo entendía por qué, pues después de todo, Junhui se parecía más a su ex marido de lo que había pensado. Jisoo notó que el sofá verde azulado que solía amar ya no se encontraba donde siempre, en su lugar había un sillón mucho más amplio y de color beige. La mesa de cristal que solía colocar al centro de la sala se hallaba en otro lugar, alejada en una esquina cargando una maceta. Nada lucía como antes y Jisoo se encontraba frente a Jeonghan, esta vez como el intruso. Se sentía tan fuera de lugar y deseó que Junhui tomara su mano, pero sus dedos se enfriaron de la espera. 

"Es adorable," Jisoo rió, pasando un dedo suavemente por el pulgar del bebé, y Daeho tomó el dedo ajeno entre su diminuta mano, mirando a Jisoo con ojos brillantes. 

"Oh, le gustaste," Jeonghan comentó y Jisoo se sintió encantado. "¿Quieres cargarlo?" Jeonghan ofreció y Jisoo empalideció. "No debería. No sé cómo sujetar a un niño-"