Degenerates | Minshua

Elastic heart

Jisoo llamó a Mingyu el miércoles para darle las noticias. Mingyu no le respondió inmediatamente; hubo un sonido muerto del otro lado de la linea por unos minutos.

"Me voy a Jeju el viernes," Jisoo dice firmemente, "Puedes terminar mi estancia aquí. Ya te he molestado lo suficiente."

Mingyu respiró ruidosamente, mordiéndose la lengua. "¿Y qué hay de tu periodo de recuperación?"

"También hay hospitales en Jeju. He hablado con la clínica. Ellos dijeron que estará bien," Jisoo explica.

Mingyu permanece en silencio otra vez. "Seguro," finalmente dice, "Iré está noche para dejar todo arreglado y te sea más fácil irte el viernes."

Mingyu colgó de inmediato. Sonaba como un extraño ahora -sus palabras eran cortantes y distantes. Jisoo ya lo esperaba pero seguía doliendo. Comenzó a empacar aunque no hubiera mucho excepto por unas cuantas prendas y cosas que Mingyu le había comprado. Se queda mirando una camisa a cuadros que no es de su gusto. La alza para observar los intrincados detalles. Le quedaría mejor a Mingyu. La dobla y coloca a un lado.

Se escucha un golpe en la puerta. Jisoo suspira profundo, acercándose lentamente para confirmar que se trata del más alto. Mingyu poseía una llave extra pero se había rehusado a usarla desde aquel día en que le prometió a Jeonghan terminar toda relación con Jisoo. El más bajo exhala una segunda vez, abriendo la puerta, y cuando Mingyu se asoma, sus miradas se encuentran en una atmósfera incomoda. Mingyu rompe el hechizo, desviando su mirada. "¿Puedo pasar?"

Jisoo asiente, dejando al más alto entrar. La mirada de Mingyu se pasea por toda la habitación. Jisoo la ha vaciado por completo; luce como una simple habitación de hotel otra vez. Jisoo contiene su aliento, esperando a que Mingyu rompa la tensión. "He hablado con la recepcionista. Tu llave funcionará hasta el viernes. Puedes dejar la tarjeta en recepción y marcharte sin problemas."

Jisoo baja la mirada al suelo. "Gracias," dice mansamente. "Por todo lo que has hecho."

Todo está terminando. Es como la calma después de la tormenta. Jisoo contempla la amplia espalda de Mingyu una ultima vez; solía sentirse sofocado por aquella espalda pero al mismo tiempo, también le brindaba seguridad. Ahora, Mingyu le pertenecía a alguien más, y Jisoo nunca podrá tenerlo de nuevo porque el hecho de que siga caminando en este mundo es gracias a Yoon Jeonghan.

"¿Irás a Jeju?" Mingyu trae a colación de repente, tomando a Jisoo desprevenido. "¿Con Seungkwan?"

Jisoo se recarga contra la pared, confinándose lo más lejos del otro hombre. "Sí," responde, "Viviré ahí."

"No iré allá entonces," Mingyu menciona casi de inmediato. Se había vuelto inexpresivo, viendo a Jisoo con la mirada vacía. Le dolía, pero Jisoo mantuvo su espalda recta. La fría pared tras su espalda le ayuda a no colapsar completamente. Jisoo no sabe cómo responder a eso, así que sólo se le queda mirando. "De acuerdo." Es todo lo que dice, esperando a que Mingyu se marche pero el hombre no lo hace, y se queda ahí como un fantasma.

"¿Estás...sintiéndote mejor?"

Jisoo alzó una ceja ante la pregunta. "Me estoy recuperando." Mingyu busca una segunda pregunta así que Jisoo se percata por fin de cuan desesperado está de prolongar su ultimo minuto. Eso le regresa a Jisoo su orgullo. Se aleja de la pared y se acerca peligrosamente al más alto. "¿Qué más quieres saber, Mingyu? Es tu última oportunidad."

Mingyu se percata que Jisoo ha notado su intención. Sabe que debe marcharse pero sus pies se encuentran atascados al suelo, embrujados por la presencia de Jisoo. La comprensión de que quizás sea esta la ultima vez que pueda ver a Jisoo, lo abruma. Lo rompe, y toda la fuerza que posee lo anclan en su lugar. Quiere mirar una ultima vez el rostro pequeño de Jisoo, sus alucinantes ojos felinos y las esquinas de aquellos preciosos labios. Se acerca inconscientemente hasta que el atractivo rostro de Jisoo está frente a él como deseaba.