Capítulo 37

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Dejo salir un gran suspiro para liberar la frustración y reemplazarla con paciencia, como por quinta vez en lo que va de la mañana. Oh no. Definitivamente hoy no es mí día. Tironeo de la falda que enganché al cerrar la puerta principal quedándome atorada, obviamente, bajo la atenta mirada de todos los que transitan por el lobby de la empresa.

Si tan sólo no me dolería la cabeza como los mil demonios, mí estómago no estuviese siendo "apuñalado" por cuchillos invisibles o quizá el auto que pasó a mí lado logrando que me empapara completamente de barro hubiese ido más despacio, tal vez, podría estar de buen humor. Pero ya veo que no es así.

El crujido de la tela hace que sonría sarcásticamente y levante mí cabeza al techo con los ojos cerrados unos segundos. Me digo a mí misma que no fue nada, que las cosas como éstas suelen pasar y resignada a más no poder, simplemente continúo el paso como si nada hubiese ocurrido.

Entonces de camino al elevador, me topo con los del reportaje cargando todo su enorme equipamiento en maletas grandes. Me gustaría decir que lo olvidé por completo, pero no es así. Sabía perfectamente que mí jefe tiene una entrevista hoy con una muy conocida revista automovilística, de la cual no me esforzaré en recordar su nombre. Confirmo, que esto se pondrá peor.

¿Recordará siquiera que lo invité a mí casa? ¿Va a ignorarme y por ende yo tendré que actuar de la misma manera? Y algo me dice que el único en esta "relación" que se plantea interrogantes como esa o similares, soy yo. Es agotador. Con mí mejor sonrisa sumada a un poco de balbuceo, trato de evitar las preguntas incómodas sobre mí aspecto y acompaño al fotógrafo y al reportero hasta la oficina de Henderson, para poder iniciar con la sesión.

En vez de poner una pantalla verde deciden usar el maravilloso ventanal de su despacho como fondo, pero sí instalan varias luces para contrastar y el trípode para capturar distintos ángulos. Aprovecho el momento para buscar de su escritorio un cuadernillo y lápiz, ya que seguramente querrá que tome nota de las preguntas y respuestas, o eso supongo ya que ni he podido saludarlo aún.

Se que está observando cada uno de mis movimientos, al igual que sé que está completamente extrañado por mí apariencia, pero aún así mantiene la postura y las poses que el muchacho de la cámara le indica. No había nada que hacer, si no le gusta que mire hacia otro lado. Teníamos que empezar y yo no tengo ropa de repuesto en la compañía, eso sólo lo hace él. Carajo, mí estómago si que duele.

Una serie de preguntas intercaladas entre trabajo y vida personal suben el nivel de intensidad a medida que pasa el tiempo, y mí mano ya acalambrada es testigo de ello -¿Qué opinión tiene de las mujeres en la industria automotriz?-

Mí jefe arruga el ceño como si acabase de escuchar la pregunta más estúpida de toda su vida y por ello hace que lo admire un poco más -¿A las pilotos de carreras o CEO de empresas similares a las mías les preguntan que piensan de los hombres en la industria? Es absurdo creer, aún en este siglo, que las mujeres deben estar aisladas de actividades como esta. Me enorgullece el saber que tengo la más maravillosa ingeniera automotriz en mí taller y que probablemente lo sea en todo el país a futuro. Nosotros no creamos límites para nadie, todo lo contrario, animamos a que más mujeres se unan y las capacitamos en distintas áreas de la compañía-

El reporte asiente y no emite sonido. Detiene unos segundos la grabación de su celular, mientras yo sigo anotando, y luego continúa. La garganta se me reseca y busco algo para beber en la pequeña mesita con refrigerios, previamente instalada a un costado de la oficina, como él lo ordenó para sus visitantes.

-Sabemos que está comprometido, y hay fuertes rumores de que buscan herederos que logren mantener su legado, ¿es eso cierto? ¿que hay sobre la boda?-

No termino de escuchar toda la interrogante que la fría agua que estaba bebiendo, se me escapa mitad por la nariz y mitad por la boca. A la velocidad de la luz busco servilletas de papel y, para evitar la vergüenza, corro hacia  el baño de la planta y me encierro en el primero que veo.
¿Herederos?

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Hola hola! Sí, estoy viva. Como prueba de ello: traigo un nuevo capítulo.

Por suerte ya comencé mis "vacaciones", y aunque no prometo nada, trataré de subir más seguido (siento que esto se los digo todo el tiempo).

Pero obviamente más que agradecida con el cariño y apoyo que me brindan, gracias por ser tan pacientes 😔✨

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Lxs amo! ❤️

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