Capítulo 9 ! -EDITADO-

3.6K 142 6
                                    

Éste capítulo contiene material explícito, lees bajo tu responsabilidad.

---------------------------------

Mis ojos se abren como platos y, un regaño bastante grosero, se me queda a mitad de camino en la garganta cuando siento las manos de James hundiéndose en mis muslos para poder alzarme. Por inercia encierro su cuerpo con mis piernas y me sostengo de su cuello. Todo está ocurriendo tan rápido que no me da ni tiempo a pensar.

Subir las escaleras sin tropezar con las capas de mi vestido se vuelven un pequeño contratiempo, pero no algo imposible para él, por lo que cuando menos me doy cuenta ya estamos en el pasillo de la planta alta que conduce al resto de las habitaciones.

Va a suceder. Esto no es un simulacro, ni un tráiler, ni producto de mi imaginación. La cosa va enserio. ¿Es en este momento cuando ambos recobramos el sentido y nos damos cuenta de que estamos actuando mal? ¿O eso ocurre más adelante cuando ya nos estamos vistiendo?

Porque, por mi parte, podría culpar al alcohol y convencerme a mí misma de que estaba muy ebria como para pensar con claridad, que me dejé llevar por él, que pusieron algo en mi bebida, que el clima lo pedía, que estaba ovulando, que estamos en temporada de Escorpio o... simplemente podría asumir que solo hice lo que quería hacer desde hace mucho tiempo.

Me abruman las emociones y las voces en mi cabeza no se ponen de acuerdo. Por supuesto que Henderson me atrae, claro que, si lo hubiese conocido en otro contexto, con otra historia, no dudaría en coquetear con él, pero esa no es la realidad. Nunca me ha tuteado, insinuado, tocado inapropiadamente, y es obvia la razón de por qué no lo ha hecho: está extasiado con su futura esposa, tiene una empresa célebre que no arruinaría sólo por una noche con su secretaria que podría provocar un escándalo, y que esa empleada, tampoco es la gran cosa. Lo que me lleva a pensar, ¿por qué yo? ¿por qué ahora? Si todo lo mencionado con anterioridad lo hacen feliz, entonces, ¿por qué me tiene en su casa, entre sus brazos y saciándome de sus labios?

Por andar perdida en mis pensamientos, no me di cuenta de que entramos a una de las habitaciones para invitados. Todavía conmigo a cuestas, cierra la puerta con su pie sin tambalearse y me deposita suavemente sobre la cama doble, que ocupa prácticamente todo el cuarto. Sonríe triunfante cuando me ve en el lugar y lentamente, como pidiendo permiso, se posa sobre mí. Yo no puedo hacer otra cosa que intentar regular mi respiración y detallar cada parte de su rostro como si fuese la última vez que lo fuese a ver. La cama cruje cuando se tira hacia adelante para arrebatar mis labios, igual de caliente e intenso que antes. Toma una de mis mejillas y me recuesta completamente sobre el edredón. Su tacto tibio, en comparación con el mío, se desliza por los lugares en los que la tela no me cubre. Comienzo a desesperarme por más y eso me preocupa.

- Te queda esplendido, pero me estorba – informa, metiendo una de sus manos por detrás de mí para desabrochar el vestido. Mis pechos quedan al descubierto y la prenda se traba en mi espalda baja. Tímidamente levanto mis caderas para que termine de quitármelo - Dios, y yo que esperé tanto por verte así, y tú tan perfecta – confiesa, en un tono ronco, al tomar distancia de mi cuerpo semidesnudo y observar con detalle cada parte de él.

Su comentario eleva mi autoestima hasta la punta de la Torre Eiffel y por lo que me tomo el atrevimiento de colocar los brazos por sobre mi cabeza, para provocar que mi torso se estire y mis pechos parezcan más grandes, mientras sonrío provocativamente. Mi jefe emite un gemido e instantáneamente me sonrojo, por lo que no puedo evitar cubrirme avergonzada. El señor Henderson agarra con una sola mano mis muñecas y las devuelve a su posición anterior. Me mira directo a los ojos sin soltarme - de lo único que tendrías que avergonzarte es de ponerme así y no hacerte cargo de lo que provocas en mi -.

Las mariposas en mi estómago se transforman en motociclistas enojados al sentir nuevamente su bulto apretando mi vientre bajo. Gimoteo en respuesta y James sonríe. Presiona mis muñecas para dejarme en claro que no debo moverlas de allí y me suelta, trasladando su agarre a mi cuello, donde aplica una leve presión. Busca desesperadamente mis labios y los encuentra. El intercambio de saliva hace que sienta un cosquilleo en mi parte baja y su perfume inunda mis fosas nasales. Los pelos se me ponen en punta cuando siento sus dedos, que antes estaba usando como collar, desfilar por mi estómago, pasar por mi ombligo y detenerse en mis bragas.

Instintivamente agarro su brazo para dificultar su destino y encontrar estabilidad, pero eso no lo detiene. Se abre paso por debajo de mi ropa interior y comienza a acariciarme. La incomodidad de ser tocada en ese punto en específico por alguien más que no sea yo rápidamente se transforma en un placer inmensurable. Cubro mi boca para evitar cualquier sonido inoportuno, tarea que se me hace muy difícil de completar cuando siento como relame sus dedos en busca de más humedad. - daría lo que fuese por escuchar tus gritos retumbando en mis paredes, pero por ahora, te necesito calladita -

Asiento efusivamente para que no se detenga. Acerco mis caderas para aumentar aquella hermosa sensación y tomo su cabello haciéndolo un manojo. No quiero que se aparte de mí. Parece que Henderson lee mi mente y sigue mimándome con más intensidad, mientras que no quita la vista de mi cuerpo. Necesito más, mucho más. Me cuesta recordar haber sentido con anterioridad algo parecido a lo que él me provoca, y eso que recién comienza.

Sus movimientos se intensifican cuando mis expresiones reflejan lo mucho que estoy disfrutando, y sin poder contener ni un minuto más mis jadeos, hundo mis uñas sobre el edredón para evitar un grito. Puedo sentir el sabor metalizado de la sangre saliendo de mi labio inferior, cuando luego de unas caricias más en mi punto de placer, percibo en mi vientre una bomba a punto de estallar; pero antes de que pueda advertirle a James, él acelera aún más sus movimientos, haciendo que me corra. Caigo completamente agotada, tratando de que mis pulmones poco a poco regulen mi respiración.

Mi jefe se levanta y busca algo en el suelo. No entiendo nada, pero es que los ojos se me cierran y no puedo pensar con claridad. El sueño me invade de repente y el cansancio físico no ayudan a que me mantenga consciente. James me coloca las bragas con mucho esfuerzo, ya que prácticamente no siento mi cuerpo, y me cubre con una manta. Me deja completamente confundida. Creí que no habíamos terminado, él ni si quiera estaba desvestido... - no sabes lo mucho que estoy conteniendo mis ganas de tomarte duro aquí y ahora, pero debes descansar. Hablaremos mañana cariño -

----------------------------------

¡No se olviden de votar y comentar si les gusta la historia!

Lxs amo ❤

Free Pass || +18 -EN EDICIÓN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora