Free Pass || +18 -EN EDICIÓN-

Capítulo 50

Corto la llamada que tenía con mí jefe justo antes de cruzar por la puerta de la empresa, utilizando aquello como una excusa para finalizar la conversación, pues ya me parecía que 15 minutos reloj pegada al teléfono era demasiado; más aún sabiendo que recién se subió al avión y no tuvo ni tiempo para "extrañarme" como tantas veces repetía en mí oído. Maldito manipulador bastardo, cree que voy a caer tan fácil por él. Es broma, es broma, ya lo había hecho hace rato.

Y es que aun no puedo creer que nuestra extraña relación esté marchando bien, que luego de varios encuentros subidos de tono y una que otra... ¿cita? La cosa esté yendo, teniendo en cuenta las circunstancias, bastante bien. Obviamente luego de hacer las pases no esperaba casarme con él ni mucho menos, sigue comprometido y yo aún desconfío de sus técnicas de conquista o como sea que James las llame. Aunque, pensándolo bien, nada de esto debería de tener una etiqueta. Ya no me hago ilusiones, simplemente me dejo llevar y como al principio del partido, sólo hay dos finales posibles: todo sale de acuerdo al plan o nos explota en la cara.

Una vez dentro del edificio saludo a todos los que se me cruzan con un buenos días, recibiendo la misma contestación e incluso más amable de parte de algunos, para luego continuar al mostrador de la recepción. Podré quejarme de muchas cosas de esta compañía, pero jamás del entorno laboral, eso es algo en lo que se destaca positivamente e incluso con el reconocimiento de otras instituciones. No solo el trato entre compañeros, compañeras y empleadores, sino que también hacia el cliente. Algo que no podría decir de otros con los que tuvimos que asociarnos en el pasado. Oh pero Cinthia está aquí, así que olvídenlo. Ella era le excepción. Rodea sus ojos a penas me ve y finge estar trabajando en la computadora.

Hoy estoy de buen humor, creo que puedo contagiarla. Pongo los codos en la mesada y apoyo las mejillas en mis manos. Silbo como un réferi para llamar su atención  -Oye Cinthia, se te ha caído el papel- ella suspira y voltea a verme, yo muerdo mí labio en respuesta -El papel que te envuelve, bombón-

Nos envuelve un silencio incómodo y pongo mis ojos chinos para ver si provoqué alguna emoción en ella, pero sólo se regresa a ver el monitor. Camino de espaldas al ascensor y retengo una carcajada que estalla rápidamente. Esa chica es imposible. Una vez que el elevador se detiene en el piso de mí oficina, tomo un par de boletas que debo llevar a la residencia de los Henderson y salgo del establecimiento para tomar un taxi.

Le pago al conductor e ingreso a la casa con una copia de las llaves que James me facilitó, encontrando la misma en un completo e inusual silencio. El auto de Caroline estaba fuera, ¿pero dónde está ella? Deposito mí bolso en el sillón y me quito el abrigo. Me adentro a la cocina y tomo un vaso para llenarlo de agua, el cual dejo caer al escuchar una voz femenina gritar. Viene de arriba. Corro por el susto y la adrenalina. El sonido proviene del baño y no sé bien el porqué, pero pateo la puerta. Ahora ambas gritamos.

-¡Pero qué carajos te pasa!- ¿Esa es, Caroline? No puede ser Caroline. Ella se encuentra tirada a un lado del inodoro, despeinada, con el maquillaje corrido y con una mancha de vómito en la sudadera -¡No me mires, sal de aquí!- la sentencia se ve interrumpida por su estómago y vuelve a inclinar la cabeza hacia el retrete, para lanzar todo lo que allí contenía y no debía estar. Instintivamente sostengo su cabello y hago una arcada al tocar un par de mechones húmedos. 

Luego de unos segundos que creo finaliza, se tira nuevamente a un lado del inodoro y me observa. Yo la miro confundida y me arrodillo para estar a su altura -¿Estás bien? ¿Ya pasó?- asiente lentamente y limpia una lágrima rebelde. Me levanto para verter agua en un vasito plástico del baño y se lo extiendo para que beba -¿Comiste algo que te hizo mal o volviste a hacer...aquello?-

-No fue algo que comí mocosa, pero sí fue algo que me metí- la miro apenada mientras termina el contenido del envase y lo arroja a la ducha. Comienza a llorar mientras ríe débilmente -Estoy embarazada con un demonio-

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