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Capítulo 40

Inflo mis cachetes y suelto el aire, mirando hacia su regazo para luego negar varias veces -Creo que no se va a poder señor Henderson, al menos no por ahora- bebo de mi cerveza y devuelvo mi atención a la pantalla plana -Podemos hablar estando lado a lado, para mayor comodidad-.

Una mezcla entre confusión, preocupación y sorpresa aparece en su rostro, mientras lo veo de reojo. Me extraña que haya quedado unos segundos en silencio y entonces volteo hacia él, pero sólo mira hacia un punto fijo. Luego toma la botella de alcohol, y luego de un muy largo trago, cuestiona -¿Es por lo que pasó en la entrevista? Porque ya te dije que no estábamos buscando un bebé, y que nuestra relación no debía verse afectada por aquel rumor absurdo-.

Dejo escapar una risita y encojo mis hombros, ya es hora de aclarar un par de cosas  -¿Por qué cree que todo es sobre usted? He dicho que no quiero hacer algo y debe respetar mi decisión, así lo establecimos- me levanto del sillón para tomar otra posición y elijo sentarme como indio,  obviamente, aprovechando también a buscar otro puñado de palomitas -Y vuelvo a repetirle, no me interesa lo que haga o deje de hacer con su esposa, se muy bien cuales son mis limites "amorosos" con usted. No estoy enojada, ofendida o... celosa-.

Carraspeo mi garganta para digerir mejor mi pequeña mentira y el snack dulce, nada que deba admitir frente a él. Solucionaré eso luego charlándolo conmigo misma. James asiente, relame su labio inferior y desliza sus dedos por la barbilla, una combinación de acciones que hace muy a menudo -¿Y de ser todo eso cierto, por qué no me dejas acariciarte? No lo haré si no quieres eso ya lo sabes, pero necesito saber si fue por algo que hice o dije, la duda me está matando Myrna- .

Cubro mejor mis pies con la mantita y restándole importancia, confieso lo que muy en lo profundo de mi ser, lastima -Estoy menstruando. Asumí que por ello usted y yo no tendríamos ningún encuentro de los nuestros y opté por ignorarlo, al menos por estos cuatro o cinco días- rasco mi ceja y arrebato la botella de sus manos para darle un sorbo -Si seguiremos con esto, entonces es momento de que usted también respete las reglas impuestas. ¿"Ambos lo haremos cuándo, dónde y cómo queramos"? Y una mierda. Al parecer eso es valido pero sólo a su conveniencia-.

Henderson se atraganta con una de las palomitas y evito reír ante ello sellando mis labios. Supongo que nunca esperó un planteo de mi parte. Imita mi acción tomando la cerveza y regresándola a su boca. Piensa unos instantes y asiente, como si hubiese encontrado la respuesta -Todo esto es por la cita del otro día. Lamento no haber venido, se presentó algo importante. Caroline me necesitaba en casa-.

Su cara de perro mojado hace que mi sangre hierva aun más. Fingiré que esa declaración no me provocó nauseas e hizo que mi corazón se quebrara. No puedo reclamar absolutamente nada, no tengo porqué -Bien, entonces queda reestablecida aquella regla. No será siempre que queramos, ni cuándo, ni dónde, ni cómo. Deberá desacostumbrarse a darme órdenes y a exigirme, a menos que sea algo relacionado al ámbito laboral-.

Ahora es James quien ríe levemente y mi cara de disgusto parece ser producto de su burla, o al menos el detonante. Muerde su labio y me observa fijamente. Acerca su mano a mi mejilla y acaricia la misma, provocando que mis ojos se cierren al disfrutar aquel leve e inocente toque. Me maldigo a mi misma por ser tan débil y vuelvo a la realidad para lanzar una grosería, pero me roba un beso fugaz que me deja con ganas de más y él lo nota. -Estás insegura. Dices entrelíneas que quieres terminar con todo esto, pero tus ansias por seguir el beso y tu cuerpo respondiendo al mío dicen todo lo contrario, no es justo que juegues así conmigo amor-

Ese apodo que tanto me gusta y que tanto odio a la vez, hacen que un escalofrío recorra por mi espalda, por lo que pongo distancia entre nosotros. No debo caer en sus redes -Me sentí muy mal cuando no llegaste, no quiero que vuelva a pasar. Tú eres el que está jugando conmigo, y lo sabes. No lo vuelvas a hacer o esto acaba. Por favor-

Nunca lo he visto tan inseguro en mi vida, nunca, jamás. Y ahora, se ha quedado sin palabras, como si tuviese una soga atada al cuello, mientras que hace unos minutos era el "Don Juan" de siempre. Hace que mi mente cree miles de historias sobre ello y la ilusión vuelva poco a poco. Pero también, la desilusión. ¿De verdad le importo? O, ¿se cansó de mi y terminará con esto de una vez por todas? 

Al parecer él también tiene una batalla interna pero, no se bien sobre qué. La ansiedad provoca que mi pie no deje de moverse y la cobardía que quiera echarme hacia atrás, negar todo lo que dije hasta ahora. Pero ya es tarde. Ladea la cabeza y ésta vez, me toma del rostro por sorpresa con ambas manos, para devorar mis labios. Tomo su cabello para atraerlo más hacia mí y trato de seguirle el ritmo, pero se separa para susurrar -Me estás enloqueciendo cariño, y eso no debería de suceder- poco a poco se recuesta más sobre mí, pero la posición incómoda en la que me encuentro hace que lo empuje hacia el lado contrario -Cumpliré con mis promesas, y no faltaré cuando me llames, no quiero hacerte daño. Y por supuesto que tienes el mismo derecho que yo. También me sentí muy mal por no haber llegado esa noche, pero me acobardé y ni siquiera te mandé un texto. Lo lamento mucho-

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Oh vaya vaya.

Espero, que este capítulo un poco más largo, pague mis pecados por no haber actualizado tan seguido jaja.

Nunca me voy a cansar de agradecerles el amor y el apoyo que me dan, hablo en serio ❤ 

Lxs amo un mundo!