Free Pass || +18 -EN EDICIÓN-

Capítulo 13 ! -EDITADO-

Éste capítulo contiene material explícito, lees bajo tu responsabilidad. ♥

---------------------------------

Frunzo mi ceño mostrando confusión y tomo distancia, o al menos, la que él me permite - deténgase por un instante; aún hay algunas cuestiones que no me cierran por ningún lado y, por ende, no podría darle una respuesta hasta que las mismas sean resueltas. Todo esto es normal para ti, pero no para mí. Para empezar, ¿por qué yo y por qué ahora? - cierro los ojos un segundo y levanto mis hombros para mostrar indiferencia - es decir, hace ya un tiempo que estoy trabajando para usted, ¿y no es hasta ahora que de la nada está tan interesado en mí? -.

James finge estar analizando mis preguntas cuando sé que, en realidad, está más concentrado en juguetear con los botones de su camisa -la cual tome prestada para cubrir mi desnudez-desabrochando uno por uno. Así mismo no titubea al darme una respuesta - no eres la primera. Justo antes de conocerte estaba con otra persona, por lo tanto, fue después de finalizado el período con ella que me decidí por ti. Y creo que, detallar el porqué de mi elección, solo alimentaría tu ego - sus dedos fríos tocan la piel de mi pecho que quedó al descubierto.

Contengo la respiración cuando sus manos se sobrepasan y rozan mis pezones, causándome escalofríos. Sí, por supuesto que tiene razón - y ante el resto, ¿podríamos tener muestras de afecto en público?, ¿qué hay sobre el trabajo?, ¿tendría que fingir que lo odio como a cualquier otro jefe o seríamos libres de toquetearnos en la sala de conferencias? - termino bufando, claramente burlándome de lo incómoda y descabellada que es esta charla.

Mi jefe sube sus manos hasta mis hombros y retira la prenda blanquecina con delicadeza, tomándose todo el tiempo del mundo. La deja a la altura de mis pechos - la idea me fascina, pero como te decía, esto se basa en el respeto mutuo y, por consecuente, la discreción. No pareces ser de las que les gusta el exhibicionismo, pero todo es debatible, estoy abierto a lo que me pidas - descarta completamente su camisa de mi cuerpo y reparte besos desde mis mejillas hasta mi clavícula, provocando que mi respiración se vuelva pesada - ni tanto que la vela queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre -.

No puedo evitar reírme al escuchar esa frase de ancianos que, en realidad, me la robó a mí. Esto se nos está yendo de las manos - ¿qué pasará cuando el sexo acabe?, ¿todo volverá a la normalidad y haremos de cuenta que no nos conocemos hasta las marcas de nacimiento?, ¿qué sucedería si uno de los dos no quisiera que se terminara? - tomo su mejilla y lo aparto de mi para que me mire a los ojos - comprendo que se trata sólo de intimar, pero, se cómo acaban estas historias, y no está en mis planes sufrir por esto -.

- Creo que eres demasiado inteligente como para que te termines enamorando de mi - su sonrisa altanera deja a la luz el lado de su personalidad que menos me agrada: la arrogancia. Mi sangre hierve - aunque, apostaría todo mi capital a que ya sientes algo similar, de lo contrario, te hubieses ido hace rato -

El calentón que me había provocado su toque ahora se transformó en cólera al escuchar tal suposición. Le dedico una sonrisa pícara que lo descoloca, para luego tomar parte de su cabello y lograr que su cabeza se haga hacia atrás. Acerco mi rostro al suyo mirándolo desde arriba y analizo sus facciones - en realidad preguntaba para saber dónde tendré que enviar la ambulancia cuando termines con el corazón roto por mi culpa, ya que, por lo que veo, el único que ahora está rogando por un "sí quiero" y anhelando por un poco de contacto piel a piel eres tú- acerco mis labios a los suyos y jugueteo un poco con él. Bufa cuando me separo bruscamente - imagina entonces cómo terminarás cuando acabe contigo -.

Siento como el bulto que se encuentra oculto debajo de la toalla se hace cada vez más molesto y el movimiento de este hace que regrese a la realidad. Suelto su cabello y James me sorprende tomando, en un santiamén, mi cuello con firmeza - un corazón roto sería el menor de los precios a pagar, si a cambio habré obtenido el tenerte sólo para mí de todas las formas que se me ocurran, hasta que me sienta satisfecho. Y yo nunca me sacio -.

Por el agarre me cuesta pasar saliva, así que, en su lugar, sólo puedo emitir un quejido. Mis bragas se humedecen al ver la desesperación en sus ojos y hacen que la teoría de Blair sea más verosímil.

- Resulta que las "cuestiones" que tenías sin resolver sólo eran una excusa para demorar algo que es inevitable, porque me has demostrado que tú también deseas esto tanto o incluso más que yo - James hace un caminito por mi abdomen con su mano libre hasta llegar a mi entrepierna - si no, ¿qué significa esto? - se hace lugar y comienza a acariciarme por sobre las bragas - ¿está así porque yo lo provoqué o porque la situación te incomoda y quieres largarte? Puesto que, si es así princesa, te dejaré ir. Tú solo dime, ¿quieres que pare o...? -.

Instintivamente agarro su brazo para que no lo quite de ahí - no - me sorprendo a mí misma al poder expresar aquello a pesar de que a duras penas llega el aire a mis pulmones. Suelto un gemido cuando acata mi orden y aumenta la velocidad en sus dedos.

El millonario ríe y toma la fina tela por el frente haciéndola una sola línea, estirándola y moviéndola, para que roce mi punto sensible - no más preguntas querida, ni tampoco sobre pensar al respecto, porque estás haciendo que pierda mi valioso tiempo, que podría estar utilizando en cosas más urgentes como llenarte por completo - vuelve a tirar del elástico haciendo que tire mi cabeza hacia atrás - así que necesito una respuesta rápida, positiva y concisa, porque ya me estoy impacientando -.

Es en vano intentar pensar racionalmente cuando lo tengo manipulando mi lado más sensible y estando al borde de la inconsciencia por el apretón en mi cuello. No puede pedirme que formule una respuesta coherente cuando, abruptamente, deja a un lado mis bragas y sus dedos irrumpen mi interior. Mis ojos se ponen blancos y mi ritmo cardíaco aumenta. No es fácil hacer que me concentre de esa forma.

Me obliga a mirarlo a los ojos - dilo Myrna, di que serás mía, necesito oírlo o arderá Troya - mi jefe no puede evitar gruñir, cuando por inercia mis caderas se mueven sobre él en busca de más - puedes obtener más que esto, no te conformes con menos, sólo di que sí y lo tendrás - sus embestidas siguen siendo duras mientras su pulgar acaricia mi clítoris hinchado. Suelta mi cuello y redirige su mano a mi trasero, proporcionándole un golpe seco que provocó en mí un estruendoso gemido. Suficiente como para hacerme llegar al éxtasis total.

Quita sus dedos empapados de mi interior y los chupa. Presencio aquella escena sorprendida mientras espero a que mi respiración se regule y el color vuelva a mi rostro. Esta vez soy yo la que lo toma por el cuello y lo besa hasta el hartazgo, sintiendo aquel peculiar sabor en su boca.

Me aparto de él y sonriendo lo miro directo a los ojos - hablamos el lunes señor Henderson -.

---------------------------------

No se olviden de comentar y votar!

Lxs amo ❤