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Capítulo 12 -EDITADO-

El ambiente se torna pesado y puedo notar su incomodidad. Acaricio mi mandíbula y me inclino hacia adelante para tomar su muñeca. Suspiro tratando de aliviar mi ansiedad. No quiero espantarla. Capto su atención mirándola a los ojos – escucha, sé que lo que sucedió puede resultarte extraño, pero si te quedas tan solo unos minutos podré aclarar todas las dudas que tengas – bajo una tonalidad a mi voz para poder brindarle calma y convicción – sé que te sientes culpable, sé qué crees que estuvo mal, pero puedo asegurarte que sólo es un malentendido y cuando termine de explicarte podrás sacar tus propias conclusiones -

Una guerra de miradas comienza e intuyo que su mente está analizando mi alegato. Sus mejillas se sonrojan cuando siente las caricias en su mano, regalándome unos hoyuelos que se le forman al sonreír y que tanto me calientan. Imito su gesto inconscientemente. Se ve sumamente encantadora con mi camisa envolviendo su cuerpo semidesnudo. Poco puedo seguir aguantando la tensión entre nosotros – por favor Myrna, acércate a mí, no tienes ni idea de cuanto anhelo volver a sentir tu piel -.

El color rosita en sus cachetes ahora se vuelve rojo carmesí. Lo piensa unos instantes, pero lenta y torpemente se anima a dar un paso hacia adelante, lo suficiente como para tener su vientre a la altura de mi rostro. Aprovecho para ponerme cómodo en el sofá mientras la observo detalladamente. La ayudo a colocar una pierna a cada lado de mis piernas para rodearme, sentándose en mi regazo tal y como se lo pedí. Buena chica.

Tomo su nuca con delicadeza para acercarla a mi rostro y unir nuestros labios desesperadamente, así como lo deseé desde que abrí los ojos esta mañana y la encontré dormida a mi lado. La acorralo por la cintura con uno de mis brazos para pegarla más. Se le escapa un gemido que logra despertar mi lado primitivo en tan solo un instante. Bajo mis manos hasta su culo y lo aprieto con fuerza, provocando que muerda mi labio inferior en consecuencia al dolor. Me encanta. No creo poder tener suficiente de ella.

Siempre tan respetuosa y atenta, profesional e intachable, inteligente y simpática. Es una de las mejores asistentes que he tenido nunca y también la mujer más encantadora que he conocido. Siempre paseándose por la empresa con su cabello suelto y sus accesorios extraños, la fragancia de miel y coco que deja impregnada donde sea que vaya, sus zapatillas de colores. Carajo, sólo con pensar en este mismo culo enfundado en esas polleras ajustadas que tanto adora usar un problema se forma en mis pantalones. Doy un pequeño golpe en el mismo, ahora que lo tengo en vivo y en directo, sólo para mí. Jadea en respuesta. Mierda.

Juntando toda la fortaleza y el autocontrol que puedo, hago que nos separemos, beso su coronilla y le sonrío. Ambos intentamos recuperar el aliento. Reina el silencio en la sala por un par de segundos. Observo sus labios hinchados y húmedos, su pecho subiendo y bajando rápidamente y sus pezones erguidos transparentándose a través de mi camisa. De repente mi boca se siente seca.

Sin decir una palabra apoya su cabeza sobre mi pecho. No puedo creer que haya tomado la confianza suficiente como para tener ese gesto. Puede que no esboce palabra alguna, pero la conozco lo suficiente como para saber que su mente y su corazón están funcionando a mil por hora. Se lo permitiré por el momento. Me corresponde hablar primero, así que voy al grano – tengo un pase libre Myrna -.

Sale de su escondite y me mira frunciendo las cejas - ¿qué es eso? -.

La miro completamente serio para transmitirle seguridad – cuando comencé la relación con Caroline todo era estupendo, congeniábamos muy bien como pareja; de hecho, no pasó mucho tiempo después que le pedí que se mudara aquí y por consecuente, que se casara conmigo. Pero con el paso de los años nos dimos cuenta de que cada vez nos veíamos menos por el trabajo, los viajes y los tiempos. Y cuando lográbamos coordinar una cita o simplemente hacer cosas juntos, no podíamos aguantarnos. Parecía ser una obligación tener que disfrutar de la compañía del otro – Jones escucha atentamente cada palabra que sale de mis labios – nos queremos mucho como para terminar lo nuestro, así que recurrimos a varias terapias, juegos e ideas innovadoras, para mantener viva la llama. Una de esas ideas fue la del pase libre -.

- ¿Y yo qué tengo que ver con todo esto? – expresa, sin poder contener sus ansias.

Coloco un mechón de cabello rebelde detrás de su oreja y continuo con mi historia – como iba diciendo: el pase libre es un acuerdo que establecimos ambos, en donde cada mes debemos elegir a un o a una acompañante, con quien practicaríamos sexo sin tabúes, sin ataduras, con el fin de redescubrir nuestra esencia y revivir el romanticismo entre ella y yo. Es algo así como una relación abierta, pero sin la parte del amor, hasta el día en el que nos casemos definitivamente. Todo esto quiere decir que esta vez te elegí a ti Myrna. Quiero que seas mi acompañante - ¿cómo espera que me concentre si se sigue meneando así arriba mío? La tomo por las caderas para detener sus movimientos involuntarios provocados por los nervios - cariño, quédate quieta si no quieres que te coja sobre el sillón, ya me estás colmando la paciencia -.

Instantáneamente se queda quieta. Su piel se eriza ante mi advertencia, pero su rostro se mantiene inexpresivo. Tal vez aún está procesando todo lo que confesé, restándole importancia a mis obscenidades. Rio cuando su boca se abre como por tercera vez, pero no salen palabras de ella, por lo que me veo obligado a tomar las riendas nuevamente – en resumen, esto quiere decir que no eres una amante Myrna, no consideramos esto como una infidelidad, lo que ocurre entre nosotros es consensuado. Pero se dará solo si tu así lo quieres – acaricio su mejilla y la pellizco suavemente – piensa bien mi propuesta y el lunes hazme saber cuál será tu respuesta princesa, porque mi intención es que seas mi compañera durante este periodo y estoy dispuesto a convencerte. Me conoces y sabes que no me daré por vencido. No tienes idea de cuánto he estado esperando por hacerte mía de una vez por todas -.

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¿Qué les parece un capítulo narrado por James? Creo que lo haré mas seguido...

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