Parte 5

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Tanya estaba alterada, se había colocado su joya de antemano y a la vez había preparado un par de hechizos de antemano, si el resultado era demasiado malo, no le quedaría otra opción que usarla para escapar a la fuerza, por eso mismo, había aprovechado para enviar un mensaje pequeño a alguien de suma confianza, alguien que la esperaba a la entrada del parlamento.

-Mayor!-

-teniente serebryakov, es bueno verla de nuevo-

El rostro de la oficial era complicado, incómodo y algo triste, mirando a la pequeña niña siendo escoltada hacia lo que seguramente sería un juicio muy duro.

-cómo se siente...mayor?-

-supongo que eh estado mejor...pero...hiciste lo que te pedí?-

La teniente enseguida se colocó en firmes poniendo su clásico saludo militar en alto mientras el sudor frío bajaba por su sien.

-si...discúlpeme mayor, pero no pude conseguirlo!-

Tanya le había solicitado a visha que recogiera su equipo de combate y lo escondiera en una de las salas de espera, por si las cosas se ponían feas tuviese una forma de escapar fácilmente, después de todo, nadie se le comparaba a la hora de los combates entre magos.
Dicho lo anterior, para solicitar el equipo de combate para magos, se debía llenar una forma especificando para qué se necesita y tomando tu propio material de los almacenes del imperio, por lo que nadie le entregaría el equipo de Tanya a la pobre visha

-ya...ya veo...podrías inclinarte un poco?-

El sudor ya no solo era una gota, sino que bajaba a cántaros por todo el rostro de visha, conocía esa expresión en Tanya y nunca era bueno cuando la ponía.
Temerosa, la soldado se inclinó hasta la altura de su superior, y allí fue donde comenzó

-UNA TAREA, SOLO TE DÍ UNA TAREA Y NO PUDISTE COMPLETARLA!-

-perdoneme mayor-

-HEEEEE?...PERDONARTE, CREES QUE EL PERDÓN SIRVE?, ERAS MI ÚLTIMA CARTA, MI MAS CONFIABLE OFICIAL, TE ENTRENÉ, ACOGÍ, TE ENSEÑÉ A SOBREVIVIR COMO MI SEGUNDO AL MANDO Y ASÍ ME LO AGRADECES!?-

Tanya sostenía el cuello de su sub oficial con ira mientras intentaba ahorcar a la teniente, cosa que no resultaba con sus pequeñas manos y fuerza

La discusión fue terminada por el mago que escoltaba a Tanya, quien la separó a la fuerza del cuello de visha, impidiendo que continuara vertiendo su irá hacia su subordinada.

"mierda...necesito encontrar otra forma de escapar antes de que decidan ejecutarme..."

La elegante puerta del parlamento se abrió para permitirle el paso a la mayor y su escolta, si sobrevivía, ya habría tiempo de reprender a la teniente serebryakov.

A diferencia de la primera vez, el ambiente era totalmente distinto.
Los mandos del ejército y civiles discutían a voces cerradas entre ellos mientras que el rey, quien se había limitado a observar desde su palco, ahora se encontraba en el lugar del juez, con una expresión complicada y cierto aire de incomodidad.

"pero qué está...?"

Lo que llamó verdaderamente la atención de Tanya era que, ahora, las bellas chicas que se habían presentado al principio aguardaban elegantemente detrás de una imponente figura que, hasta ahora, Tanya desconocía.

La pequeña caminó hasta el centro de la sala, pasando bajo las miradas atentas del par de bellas mujeres que la habían despedido hacía un momento y que, la ponían bastante nerviosa. Posicionándose junto a aquel extraño individuo de prendas elegantes y raras, Tanya hizo un saludo militar perfecto ante su rey, quien la observaba con algo de desdén.

Overlord: La niña y el nigromanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora