Parte 28

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El pasillo elegantemente decorado era un remanente que indicaba la ubicación de aquel lugar, pues vistiendo sus uniformes de gala, el sub teniente Weiss, la sub teniente Viktoriya Serebryakov y la Mayor Tanya Degurechaff caminaban escoltados por 4 no muertos y la propia Yuri Alfa.

Tanya se había percatado de un cambio importante desde su última visita, pues sus escoltas ahora eras menos imponentes, sin embargo estaban mejor equipados. Si bien era notoria que eran no muertos debido a su esquelético rostro y ojos rojizos, sus ropas eran militares de un color verde obscuro, en sus cinturas reposaban cartucheras y bolsas de munición y sobre sus hombros se balanceaban rifles de cerrojo simples.

Como era de esperarse, todas las armas del grupo de Tanya habían sido retiradas, incluyendo sus pistolas de mano y cuchillos ceremoniales, dejándolos esta vez completamente indefensos.

Su caminata no duró mucho, pero durante todo el camino, la pequeña niña tembló mientras apretaba celosamente una pequeña caja de metal con decoraciones grabadas en oro.

-Esperen aquí por favor-

Dijo Yuri mientras ingresaba al despacho de su amo.

-Mayor...se encuentra bien?-

Las palabras de visha se dirigieron a su superior, pues era clara la culpa que la niña sentía mientras abrazaba tristemente aquella caja, posiblemente al borde del llanto. No hubo respuesta, lo que preocupó a ambos acompañantes, que comprendieron inmediatamente el pesar que aquejaba el corazón de su líder.

"Que persona tan maravillosa es la comandante...sentir tanto dolor por la muerte de alguien que era ajeno a nuestro batallón e incluso nuestra nación...no cabe duda de que es un ángel"

La realidad era que Tanya se encontraba tan absorta en sus pensamientos que ni siquiera pudo escuchar a su subordinada; la pequeña caja tenía pequeñas marcas debido a la fuerza con la que la niña clavaba sus uñas en ella.

"Que...Qué hago?...si Ains se puso así solo por hablar mal de sus amigos...qué pasará cuando le dé la noticia?...Traje a Weiss y a visha como escudos en caso de que las cosas se salgan de control...pero realmente cuál es mi oportunidad de escapar de aquí ileso si escojo luchar?"

La puerta sonó al abrirse, revelando a la pléyade, quién con una seña permitió el ingreso de los elementos a la habitación.

Como ya era costumbre, Ains se encontraba sentado en su escritorio, mirando densamente al trio de individuos frente a él. A su lado, una maid de uso general se encontraba completamente quieta, manteniendo una expresión seria pero a la vez con ambos ojos cerrados.

-Ains-sama, La mayor degurechaff y su sequito se presentan-

-Buen trabajo yuri-

Con un gesto de su mano, Ains le indico a su sirvienta que se apartara, dejándole vista libre para hablar con la pequeña.

-Al momento en que Yuri se movió, Tanya se arrodillo enseguida, mirando al suelo con intensidad; detrás de ella, Weiss y visha siguieron su ejemplo, dejando algo desconcertado a Ains

-Pueden levantar la cabeza-

Tanya se incorporó, sentía su ropa humedecida por el sudor que bajaba por su cuerpo, apenas y podía mantener sus manos firmes mientras sostenía la caja, pero, como buen oficial que ella era, sabía que debía afrontar las consecuencias de un trabajo mal hecho.

-Bien señorita degurechaff, qué la trae de regreso al reino hechicero?-

Tanya juntó sus piernas en posición de firmes, dando paso al sonido sonoro de los talones de sus botas golpeándose con fuerza, momento en el que marchó tranquilamente hasta el escritorio de Ains, donde procedió a colocar la caja en silencio.

Overlord: La niña y el nigromanteHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin