Parte 21

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La capital del imperio había sido catalogada por el supremo de Nazarick como un lugar bello a su propia manera, Ains no podía resistirse a los verdes paisajes de su actual mundo, pero de cierta forma también apreciaba la arquitecta de una ciudad más modernizada, para sorpresa del overlord, la propia capital era una muestra tanto de avance logístico como de equilibrio ecológico, habiendo desde parques verdes dentro de la urbe hasta jardineras y caminos rodeados por bellos pinos y árboles de diferentes índoles.

Y ahora mismo en ésta urbe, una de las mentes más brillantes de Nazarick coordinaba los movimientos de una operación que ocurría a miles de kilómetros de distancia.

Albedo tomaba una taza de té elegantemente mientras se encontraba compartiendo una mesa junto a los 2 estrategas que habían iniciado la operación

El aire era llenado por el clásico olor a tabaco proveniente del habano que el general Rudersdof fumaba, mientras que el general Zettour había preferido acompañar a la bella dama con una taza de café.

Los 3 se encontraban frente a un mapa que mostraba las posiciones de las tropas expedicionarias mientras que un grupo de soldados del mando de logística estratégica se encontraba presente para interceptar las comunicaciones y reportes provenientes del frente así como de actualizar los mapas en la sala.

Albedo había notado al principio de la reunión algo interesante, en la mesa, no solo había mapas de su zona de operaciones en el imperio turco, sino que había toda clase de áreas designadas y mapas con movimiento de tropas, desde el ducado de Dacia hasta el frente oriental con la república y en el continente del sur con los restos del ejército de la república de Francois.

-espero no le moleste el desastre en la mesa primera ministro, pero el general y yo debemos mantenernos actualizados de los movimientos en todos los demás frentes mientras dirigimos la operación-

-no, no, claro que es un honor poder ver de cerca como figuras tan importantes dirigen las tropas de su nación-

Todo aquello no era más que una actuación formal. Durante las semanas anteriores Albedo había planificado las operaciones de tormenta del desierto casi en su totalidad, mostrando un conocimiento y mente tan grandes y bastos como el océano, lo que al final había intrigado a ambos generales, por lo que, en un intento tanto por probar su intelecto como de obtener nuevos puntos de vista de su situación en sus diversos frentes, habían solicitado mapas de todos los frentes en los que hubiera combates actualmente.

"son tan fáciles de predecir..."

Los pensamientos aburridos de Albedo contrastaban con su tranquila apariencia exterior, hasta que finalmente un tumulto de 4 mensajes llegó hasta ella.

Su rostro se volvió serio mientras sostenía su oído con una mano, momento en el que ambos generales observaron en silencio a la hermosa mujer de forma expectante

-...ya veo...buen trabajo...pueden iniciar...-

Terminado el breve intercambio, Albedo recuperó su compostura y asintió a ambos hombres frente a ella en una clara señal de que finalmente la operación había iniciado, algo que tanto emocionaba como ponía nerviosos a los veteranos oficiales.

-supongo que eso es la bandera de inicio...-

-al menos por el momento...por lo que...creo que sería prudente revisar el frente con la federación-

"aquí esta..."

Tal y como albedo había previsto, ambos oficiales comenzaron a revisar los mapas del frente occidental y, por lo que podía apreciarse, las cosas no iban tan mal, pero definitivamente no avanzaban mucho

Overlord: La niña y el nigromanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora