Especial cumpleaños de Millie

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(Este capítulo no altera el resto de la historia ya que solo es un especial)

El fuego proveniente de las velas del pastel de su madre llamaban la atención de la pequeña niña que ayudaba a su padre con el desayuno.

—Maya, cielo, cuidado con las velas, podrías quemarte—advirtió Finn colocando una bandeja llena de comida junto al pastel.

Ambos se las ingeniaron para poder llevar el desayuno y el pastel hacia donde Millie se encontraba durmiendo.

Entraron a la habitación cantándole Feliz cumpleaños a la chica.

Millie dio una vuelta en la cama quejándose por el ruido y posteriormente al darse cuenta de que era su cumpleaños, se sentó en la cama.

—¡Feliz cumpleaños mami!—grito Maya subiéndose a la cama para abrazar a su madre, quien recibió el abrazo llenando a la pequeña de besos —pide un deseo.

Finn acercó el pastel hacia Millie, esta cerro los ojos para pedir un deseo y luego soplo las velas.

Maya y Finn empezaron a aplaudir, Millie abrazó a ambos dándoles las gracias por despertarla de tal forma.

—Creo que Milán también quiere saludar a mamá—Finn dejo el pastel que tenía en sus manos en la mesita de noche y luego camino hacia la pequeña cuna que se encontraba al lado de la cama y tomo en brazos al pequeño bebé.

Maya sólo rodo los ojos en cuanto su madre tomó en brazos a su hermano.

—Hola mami, feliz cumpleaños—dijo Finn tratando de imitar la voz de un bebé.

—Ni siquiera tiene un mes, no entiende que está sucediendo—exclamo Maya molesta.

Millie y Finn solo le sonrieron a su hija y siguieron jugando con el bebé, mientras que Maya solo los observaba molesta y sin ganas de unirse al momento familiar.

Para la suerte de Maya, la videollamada grupal de los amigos de sus padres interrumpieron con aquel bello momento.

—¡Feliz cumpleaños!—gritaron todos en el momento en el que Millie atendió la videollamada.

—En 10 minutos llegamos a tu casa—dijo Maddie. Al escuchar esto, Millie observo a su esposo y este solo encogió los hombros.

Estuvieron unos minutos más felicitando a Millie y diciendo tontearías.

Hace un año la castaña hubiese estado saltando en un pie de la felicidad por su típica fiesta de cumpleaños, pero ese año todo sería distinto, el pequeño Milán había nacido hace muy pocos días y ella no estaba preparada para una fiesta.

—Mi amor hermoso—Halago Millie a su bebé mientras le sonreía y hacia sonidos extraños con su lengua.

—Será un cumpleaños distinto, pero no aburrido, lo prometo—le dijo Finn, la castaña asintió dándole un corto beso en los labios.

Maya recordó el regalo que tenia guardado para su madre, corrió hacia su habitación para buscarlo y dárselo antes de que llegaran sus tíos.

—Cielo, ¿a donde vas?—le pregunto Millie una vez la pequeña salió de la habitación.

Pasaron unos minutos y Maya volvió con un regalo en sus manos, Finn la observo algo confundido ya que la pequeña no le habia dicho nada.

—No tenia dinero para comprarte algo, asi que te hice un dibujo—Maya le entrego aquel dibujo a su mamá.

Ese dibujo no era el tipico de una niña en donde eran solo garabatos y cosas mal pintadas con el sol dibujado en una esquina. La pequeña tenia un gran talento con el arte y este mas bien era un cuadro perfectamente dibujado y pintado con acuarelas.

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