CAPITULO 24

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Azier (semana "desaparecido")

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Azier (semana "desaparecido")

¿Le escribo ahora? ¿Estará ocupada? Morir ignorado no es mi opción favorita, aunque es Dayla, ella acostumbra a contestar.

¿Qué pierdo? Nada. Busco su número en contactos hasta que una llamada interrumpe mi click a la pantalla.

Contesto rápidamente con el nombre de papá en la pantalla.

— Azier— habla agitado— Tienes que volver.

¿Volver? ¿De qué habla?

Corro por una maleta al escuchar el motivo principal de mi regreso. Por favor que no le pase nada. A ella no.

— Anne...— las palabras brotan desesperadas y le explico lo sucedido rápidamente en frente suyo.

— Te acompaño— demanda.

Jalo las hebras de mi cabello con tanta angustia acumulada. Ya no puedo contener mi nerviosismo y exasperación.

— Azier cálmate— Anne llega a mi lado— Respira. Uno, dos, tres. Uno, dos...

Sigo su cuenta. No es momento por favor que mi respiración se enrede y con el tiempo haya una ilusión de pérdida.

Grito.

Toco mi cabello con frustración.

— Ella no, que se joda el mundo, pero ella no— se me quiebra la voz— No otra vez.

— Toma las pastillas— sugiere Anne, alejándose de mí.

— No quiero—bramo— esa porquería.

En sus ojos veo desconfianza e intento serenar mi voz. Sacudo mi racionalidad. Y puedo ya dejar que me comprenda porque yo nunca le haría nada.

— De pastillas dependía, pero ya no más— admito—Tengo que hacerlo solo, es la única solución que tengo para así volver a confiar en mí. Creer en un hombre fuerte, capaz de todo y alguien que pare de escuchar la opinión de otros, antes que la suya.

➳ Quiero eso, y no podré conseguirlo con lo que tú llamas tranquilidad— finalizo con la respiración agitada.

Inhala y exhala, yo puedo.

— Si me hubieras comentado, lo habría entendido.

— Anne, no es momento.

Paseo de un lado a otro de su pequeña habitación refugiada en tonos cálidos, en tonos que merecen rescatarse.

-— Por supuesto a Dayla le habrás contado todo—ella ironiza a lado de un tono agudo que se ioniza con mis ojos que desean que se detenga—. Le habrás dicho de tus ataques de ansiedad, lo que conlleva y más aún tu humor de mierda cada que los tienes.

— No lo entenderías— susurro.

— Quiero que entiendas... Soy la persona con quién te debes apoyar y comunicar.

Cerebro vs Corazón © (Terminada)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt