EPÍLOGO

440 19 0
                                    

Dayla

Finales de Junio 2020

— Señorita Dayla Spencer— el promotor de la ceremonia al micrófono comunica.

Mis pasos se dirigen al escenario donde él se ubica. Nunca imaginé después de todo llegar a esta situación, cumplir un logro. Un premio no inalcanzable pero obtenido con mi propio esfuerzo. Esta vez nadie hizo trampa por mí. Nadie decidió fingir por mi bien.

Quizá, necesitase compañía en la catastrófica que resultó ser mi vida. Sin embargo, esta era a mi lado, no a escondidas intentando ocultar mi pasado, en especial ese maldito suceso que marcó mi vida; su muerte.

Sostengo con mis dos manos el diploma entregado. Posó con una fingida sonrisa a lado el vejestorio de director.

Fingir que todo está bien, no es mi pasatiempo favorito sinceramente.

Bajo los escalones con la ayuda de una mano desconocida. De un chico que ladea su boca por lo que no dudó en imitar su gesto.

¿Dije que sabía apreciar belleza?

Nuevamente tomó asiento agotada. Pienso que tal como predije al inicio de marzo, fue un año de mierda. Es cierto que las hojas anaranjadas y amarillentas indican que Septiembre está presente, mas aún siguen faltando meses para dar otro adiós a unos jodidos 365 días.

Levanto mi pesado cuerpo para aplaudir las palabras del director. Nos indican soltar nuestros birretes al aire inexistente en esta cafetería tan cerrada. No hago caso a las indicaciones, así que prosigo a caminar tranquila abandonando las instalaciones.

Todo esto se siente como un hasta luego definitivo, un nos vemos que me es inevitable no mirar por todos lados, intentando guardar este recuerdo de clases, inocencia, miradas, aprendizaje, huellas...

Una chica de cabello marrón claro se recuesta en el casillero de siempre, aún con su mirada perdida. Elizabeth ha parado de hablar por primera vez. Mientras camino, detalló el traje que yo a su vez uso; toga azul encima de un vestido de gala.

"Necesito estrenar mi vestido corto, mas de antemano que no lo haré, no me atrevería con él a la vista".

Por ilógico que parece, los ojos de Elizabeth pasan de recorrer el infinito a fijarse en los míos. No detengo mi caminar, aun así, nos retamos con posturas.

Suerte que me apreciaba- qué lástima.

— No sé si te quise alguna vez— me dice, me desafía. No respondo, simplemente salgo cortando de tajo el lazo visual.

Una vez fuera del colegio, pasó saliva repetidamente. Bloqueo las ganas de restregarle en la cara su falta de humanidad, empatía e interés. Me limito a subir a la camioneta olvidando a Biden.

Deseo nunca volver— digo en mi mente, cruzando el cartel "Gracias por tu visita"

Arrojó por la ventana semiabierta a mi teléfono.

Tengo que olvidar el sentimentalismo y enfocarme en crecer como persona y apartar al sujeto, al nuevo monstruo que apareció en mi vida.

✯✯✯

Miami, mi lugar por ahora.

Me siento en el frío piso de la sala, de mi jaula a una hora bastante temprano de la mañana. No tengo guitarra, pero si la letra de memoria...

♫ ¿How do you do?

I'd like to be you

be strong for me... eee


♫¿How can I learn?

that's very hard, yes

please don't forget

you are

exact, exact for you♫

Tú también eras exacto

Al final de todo comprendí que las personas esconden tanto en sus acciones y palabras.

El presente en la mayoría de sus frases era una señal.

Él ya no estaría en un futuro, no me apoyaría porque antes de eso me destruiría por completo.

Destruir el mundo que habíamos construido juntos.

Un mundo lleno de esperanza para una persona con trastorno mental encima y alguien que traía consigo enemigos, malas vibras e intensa depresión mental.

Aún me pregunto:

¿Con qué fin me subió para bajarme de inmediato?

Es una montaña rusa, de las más peligrosas.

Logré imaginar que hay un motivo por el cual luchar: su sonrisa.

Pero sus mentiras sobrepasaron cada cosa: sus besos, caricias y acciones de ánimo.

Mentira y engaño para proteger a quiénes yo ya detestaba.

Llegó como un suave viento que te informa del frío seguro, sin embargo, los días continuaron y el sol permanecía.

No hice caso a ese suave viento y demás que vinieron.

Pequeños aires fríos que avisaban: el invierno llega.

Llegó mi devastación por haber dejado que el sol cautivará cada fibra de mi ser.

Cada lágrima derramada por creer en todas las emociones que despertaba en mí.

Emociones que empapaban la soledad que acostumbraba.

Dentro de mí inocencia, pensé que podríamos tener una oportunidad.

Una oportunidad para dos personas valientes e imperfectas en un mundo deplorable e insano.

Pero no fue así.

Ninguno debió siquiera imaginar que esto podría haber sido de lo más sencillo.

Ambos tenemos trazados caminos distintos.

Polos opuestos se atraen.

Desde un principio ese fue el problema: Somos parecidos.

No puedes tratar de apoyar a alguien que lo necesita de la misma forma que tú.

Sufrimos las consecuencias de no usar el cerebro en vez que el corazón.

Ahora que lo pienso.

No solo fue mi ruina.

Fue nuestra ruina y condena.

Él es culpable con sus mentiras.

Yo soy culpable con mi egoísmo profundo.

Egoísta al tener conocimiento que alguien tuvo la vida que me fue negada.

Hubo un comienzo y hubo un final, no debería haber más.

FIN

Continuará....

Continuará

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Cerebro vs Corazón © (Terminada)Where stories live. Discover now