I Bilogía "Duelo"
Una chica que aparenta tener un pasado y emociones en perfecto control.
Un chico que disfraza con sonrisa sus verdaderos sentimientos.
Ella, quién cree no necesitar a nadie, solo a sí misma.
Él, quién lucha día a día con demonios o...
¡Obra registrada! Se prohíbe cualquier copia o plagio.
- Dayla
31 de diciembre de 2019. Hora: 11:15 pm
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
— Dayla, en 10 minutos salimos a mi casa.
Daniel está sentado en el portón de la casa, mientras bebe y observa a los vecinos. Este chico de cabello negro con reflejos claros si te asomas al sol; sin embargo no es nuestro caso al estar en una noche rellena de estrellas. Tal vez deba agradecer la contaminación controlada en estos lares ya que me permite visualizar diminutas esferas amarillentas que traslucen un lienzo negro.
— Ok...
Las fechas de Año Nuevo me abruman de sobre manera, por lo mismo uso nada más que un vestido negro con las mangas caídas en cada hombro.
Nada lujurioso, ni excéntrico, únicamente un vestido oscuro corto para recibir este hermoso nuevo año- nótese el sarcasmo.
Odio las festividades, no le veo ningún sentido desde hace tiempo. Supuestamente la pasas con quién amas, con familia— río— . Mientras yo me siento entrometida dentro de la familia de Daniel.
El respeto y aprecio es mutuo, sin embargo, en cada festividad me siento tan incómoda. No es mi casa, ni mis padres, ni mis hermanos, solo son lindos conocidos; los cuales de seguro me acompañan por simple pena, simple lástima.
Eso es lo que me disgusta tanto, sus miradas de cachorrito cuando me ven e intentos de conversación fallidos.
Además, tratarme desde hace 2 años como una invitada no considero de ayuda para complementarme a su familia de apellido Hansen.
Solo recuerdo el año nuevo anterior, sentada en el sillón con el celular en mano, mientras otros suben estados en redes sociales de su increíble día. No quiero sentirme así ni en casa, menos en casa ajena: derrotada, frustrada y melancólica.
Que se joda el mundo hoy. Que se joda la mamá de Daniel y toda su compañía.
— Daniel— salgo de la casa con chaqueta puesta — Me voy.
La chaqueta estaba acomodada entre mis piernas, para utilizarla en cualquier momento de viento gélido. Ha llegado mi suceso de improvisto.
— ¿Tan pronto? Vamos, pues.
— No me refiero a esos— sigo parada— No quiero pasar año nuevo en tu casa, voy a pasear.
— ¿Por qué? — inmediatamente se levanta.
Su altura se alza en unos centímetros, ni tanto. Por ello no elevó tanto mi mirada, intentando quitarle importancia al hecho de que voy a salir sola por las calles.
— Déjame en paz, por favor— suplico— Cualquier cosa te llamo.
