CAPITULO 26

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Advertencia:

No estoy promoviendo ninguna adicción, ni al consumo de tabaco. Es simple contenido y disculpen si no lo profundizo pero por ahora no es relevante para los personajes. Este capitulo contiene contenido violento, si son sensibles pueden saltar la parte. 


Dayla

(Actualidad)

— ¿Un cigarrillo? — pregunta el castaño, avivado e insoportable Pablo a mi lado.

Observe sus ojos verdes, piel ligeramente bronceada y cabello con motes marrones. Cada una de sus facciones impresas por simple egocentrismo.

Frunce el ceño cuando nota que lo estoy detallando.

— ¿Sí o no? —repite alterado.

No puedo evitar comparar que Azier apartaría la mirada de mi intensa inspección, en cambio él se jacta de su porte sin una pizca de duda.

— No sé fumar.

Vuelve su mirada a una retadora, que no desvela ningún tipo de engaño además de zambullirme sin flotador. Lo típico.

— ¿Te enseño?

Menos aún puedo permitir que su vanidad gane la mía. Por tanto hago una señal con mis manos para que prosiga con su labor de profesor.

Saca un paquete del bolsillo del pantalón. Se adueña de un cigarrillo e inmediatamente me lo tiende.

— Sujeta esto así— coloca el objeto entre mi dedo índice y el del medio— Sujeta la parte amarilla a tu boca.

Sigo cada una de sus indicaciones.

— Fumar desde el centro de la boca— advierte.

— ¿Así? — sostengo el objeto entre mis labios— ¿Qué más?

— Cuando enciendas el cigarro, recuerda chupar unas cuantas veces para encender el tabaco. Inhala el humo, no mucho— reprende— Por último, mantienes el humo dentro de tu boca unos momentos y llevas ese humo a tus pulmones quitando el cigarrillo.

— No olvides inhalar un poco el humo y sueltas lo que queda.

— Sencillísimo— uso el sarcasmo otra vez.

Ya no es tentador.

— Te vas a ahogar por falta de costumbre, tranquila.

— ¿Quién dijo que será costumbre?

Fuma delante de mis ojos, expulsando el aire en mi cara.

¡Hijo de..!

— Pablo— gritó mientras me ahogo por la sorpresa. Casi presiono el cigarrillo en mi boca, casi...

— Algo así sentirás cuando el humo llegue y trates de expulsarlo, ahogándote en el proceso— luego niega divertido cuando ve que me dispongo a fumar, haciendo caso omiso a su advertencia—Valiente ¿eh?

Todos los que vivimos en este mundo tan deplorable e insano lo somos.

Doy mi mayor esfuerzo en alcanzar todos los pasos antes indicados. Sin embargo, como él predijo; tosí desmesuradamente al quitar esta arma dañina.

Soy sensata, no creo caer en esa tentación. Solo fue para experimentar.

Lo dudo.

— Después de esto... Debo decir; ¿gran espectáculo? Me gustaría revelar que dejé en tu cuarto; una sorpresa.

Cerebro vs Corazón © (Terminada)Where stories live. Discover now