CAPITULO 1

1.2K 92 21
                                    

Lunes 9 de Marzo de 2020

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Lunes 9 de Marzo de 2020

Dayla

— ¡Dayla! ¡Dayla!

Así comienza mi día a día, ¿acaso mi nombre es sinónimo de gritarle?

¿Y por qué mi día comienza pensando? Esto me estresa.

— ¡Ya voy!

Pongo en modo inicio: mi cabeza, ojos, oídos, boca, piernas y brazos. Asimilo lo que está ocurriendo ¿y? —  doy una pausa mental — ¿A ver qué? ¡Espera, espera! ¿Quién me acaba de gritar?

Ahora soy yo quién se atreve a alzar la voz para confirmar lo que ocurre.

— ¿Mamá eres tú?— mi labio inferior tiembla — ¿Papá?

Miro alrededor y no encuentro a nadie. Decido revisar la 1ra planta, caigo llegando al final de las escaleras, sin parar de repetir en mi mente: ¡No es posible!

— ¿Hay alguien abajo? — reprimo mi voz ahogada, quebrada — ¿Mamá?

No escucho más que el silencio y el ruido de la refrigeradora. Pero aun así no quiero desistir, no hoy de nuevo porque percibo que esto no es más que una alucinación. Me permito rogar por su presencia.

—¿Mami? — me reprocho al escuchar mi voz como la de esa niña de 11 años que alguna vez fui.

Maldita seas estoy loca, en realidad demente, frustrada, cansada porque no puedo, ni quiero seguir escuchando esa voz al despertarme, me niego. ¡BASTA!

Siempre pasa, funciona como esas confusiones que tiemblan tu mundo, mi mundo el cual proclama atención.

Subo las escaleras con un dolor en mi pecho, me siento devastada por ese grito. Ese grito que me desespera, me persigue; aunque lo extrañaba. Soy estúpida en mayúsculas E-S-T-U-P-I-D-A.

— ¡No es real! Nuevamente no es real...— empiezo a gritar, a desesperarme, pero no me permito derramar ni una sola lágrima.

Se supone que no los necesito, miles de imágenes llegan a mi mente, recuerdos que llevo marcados en mi alma.

En un tiempo diferente quiero pensar que mi comienzo del día hubiera sido así.

— ¡Daylaaaaaaaaaaaaa! — famoso grito mañanero del día.

Logro pensar: 5 minutitos más por favor, no va a pasar nada, nadie se va a morir porque esté ausente o hasta llegue tarde.

— ¡Ya es tarde! ¡Despierta! — como si leyeran mentes siguen hablando, se supone que eran 5 minutos, no 5 segundos para que sigan.

Me envuelvo en las sábanas perezosamente.

— Dayla, niña despierta— grita más fuerte.

Me encuentro a punto de incrustar mi codo en quién sea que se atrevió a gritar en mi oído, porque se sintió como tal: una estridente voz en la punta de mi oído, hasta podría jurar haber sentido su saliva al gritar.

Cerebro vs Corazón © (Terminada)Where stories live. Discover now