30.5

121 12 3
                                    

Scarlett

Las personas en un lapso de tiempo no mostradas difieren de relevancia, mas tienen un porqué en su mención. Cada quién viene a este mundo con un firme propósito; el mío quizá fue salvar.

Recibí una carta de un hombre alto y ojos verdes oculto en un traje negro a la salida del colegio. La carta en pocas palabras alegaba sobre la existencia de una media hermana. Ahora, ella con diecisiete años se encontraba en peligro máximo y la única manera de salvarla era sacrificando a la otra hija, es decir yo.

Mis nervios a flor de piel temblaban mientras despedazaba la foto de una niña de cinco años con un señor desconocido y mi madre años joven. No quise creer tal mentira.

Un segundo aviso llegó, aunque este no involucra un sobre sino un USB con una nota: Su vida ya es lo suficientemente miserable ¿No quieres salvarla?

Conecté el aparato a una computadora, seleccioné el único video y la imagen a proyectar fue espeluznante; una adolescente siendo atacada por el señor que había visto en la foto como su padre. Fueron gritos ocasionales y miradas llenas de furia. Inmediatamente apagué el computador cuando mis ojos se llenaron de lágrimas. No podía ser cierto. Yo tenía una vida perfecta, mi mamá la aparentaba a la par que su hija sufría y una amenaza de muerte pronto la atacaba.

Saber tu fin cerca no ayudaba, más bien ocasionaba en mi una inquietud indescifrable. Corrí, dejando a un Azier detrás, y abandoné a mi hermano porque mi decisión estaba tomada.

Mi propósito había sido elegido. Morir para que alguien viviera. No me creía una heroína, solo era una fuerza revolucionaria que llegó hacia mí. Probablemente sentir mi fin como el inicio de otro me alentaba completamente.

Un auto se acercaba velozmente a mi posición. No di un paso, únicamente rogué para que todo tuviera un fin alegre tanto como a ella: Dayla Spencer y para él: Azier Hayes.

Mi alma dejó mi cuerpo golpeado fuera de la carretera y oculto en los arbustos. No sentí dolor, simplemente huí. Todo corría a paso rápido cuando el auto arrancó dando una media vuelta. Pensé que todo había estado resuelto, pero a lo lejos observé al carro dar una vuelta en U, volviendo a la carretera listo para atacar a la siguiente víctima. Una víctima que caminaba en la acera a lado del bosque. Ella con chaqueta azul, vestido negro, silbando y mirada perdida en el cielo.

Mi fin tenía que valer la pena así que forcé mi voz a comunicarse. Solté palabras que apenas recuerdo, y allí mismo tuve la sensación que ese tal correo no quería salvarla sino destruirnos a ambas al mismo tiempo.

Ella divisó al auto que venía a toda velocidad, diferente a mí corrió con todas sus fuerzas con el auto detrás. Seguí sus pasos para confirmar una supervivencia. Sin embargo mi cuerpo me obligó a regresar con Azier, quién consternado me dirigía a su propio auto color naranja. Desde ahí supe que mi camino era sobre todo para con Azier.

La salvé, socorriendo a mi hermano a su vez.

Porque juntos se fusionaron.

Mi corazón lo supo antes que mi mente. Mi voz lo supo antes que mis miedos.

Libré dos vidas, mi felicidad no cabía en ningún lugar.

Así que su historia se debe a mí y mi paz se la debo a ellos.


Nota:

Es una parte corta pero no queria dar tantas palabras a un bello personaje que no está más. Si que duele.

Cerebro vs Corazón © (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora