Capitulo 47

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Regina: HABLA!!!

Alan: no sabía que más decir.

Regina: maldita sea, di la verdad!

Alan: no Regina, yo te amaba y es cierto que te quería a mi lado pero no de esa manera, no lo merecías.

Regina: entonces no fuiste tú?

Alan: no fui yo de qué?

Regina: esa noche estuve con alguien de quien no recuerdo su rostro.

Alan trago saliva muy nervioso.

Alan: Lucia huyó después de dejarte la droga en el coctel, tuvo miedo de ser descubierta por las autoridades del lugar, desde ese día me fui a los Estados Unidos, y corte comunicación con ella por mucho tiempo, luego supe que se había ido del país también.

Verónica: la muy cobarde se fue lejos para no pagar su canallada.

Susana: al igual que Arturo, estuvo a punto de matar a Regina y hacer que perdiera a su bebé .

Alan: bebé? Tuviste un hijo de Arturo?

Regina: no! del hombre con el que estuve; por un momento llegué a pensar que habías sido tu o al menos que conocías su identidad.

Alan: te juro que no Regina, el plan de Lucia se echó a perder cuando tuvo que salir corriendo del antro.

Susana: ni tanto, porque tuvo la oportunidad de drogarla para que otro se sobrepasara con ella.

Alan: eso quiere decir que te violaron?

Regina: No precisamente, tengo lagunas mentales de esa noche.

Alan: y como sabes que no fue violación?

Susana: en su momento la revisó un médico y no encontró señales de violencia, por lo que podría decir que aquel hombre estaba borracho o drogado y no supo tampoco lo que hacía.

Alan: comprendo, y por qué Arturo quiso matarte?

Regina: porque le dije que estaba embarazada, creyó que lo había engañado, él es estéril, no lo soportó, tu prima le había lavado el cerebro, me golpeó y estuve a punto de perder a mi hija.

Alan: tuviste una niña.

Regina: sí.

Alan: y como se llama?

Regina: eso es algo que no tiene por qué importarte, dime que más sabes.

Alan: Hace poco supe por un familiar que Lucia se casó tiempo después de irse del país.

Regina: y eso a mí qué?

Alan: se casó con Arturo.

Regina se puso pálida, se levantó de la mesa en silencio, les dio la espalda.

Susana: estás bien?

Regina: esos dos!! Son tal para cual!.

Verónica: así que logró lo que quería.

Alan: así es.

Regina: dime una cosa... porque decidiste confesarme todo lo que sabías después de tanto tiempo?

Alan: quise hacerlo en su momento, te lo juro, pero temía tu reacción, no encontraba las palabras; luego empecé a viajar mucho por mi trabajo , el tiempo fue pasando y creí que lo mejor era dejarlo en el olvido, pero cuando te vi anoche me di cuenta de que el momento de ser sincero, porque te amo.

Susana: cuando uno ama, no miente.

Alan: no te he mentido.

Regina: pero pudiste haberme advertido sobre los planes de tu prima, te quedaste cruzado de brazos, y eso te hace cómplice.

EL GIRO DE LA VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora