EL GIRO DE LA VENGANZA

Capitulo 19

Regina: que quieres?

Alejandro: hablar contigo.

Regina: si vienes a provocarme te advierto que no estoy de humor para discutir.

Alejandro: no es eso.

Esperanza: creo que nosotras mejor nos vamos a ver la tele.

Miranda: no íbamos a verla aquí?

Esperanza: no, ven conmigo.

Esperanza se llevó a Miranda a regañadientes, pues la pequeña de alguna manera no quería dejar a su mamá con su tío.

Regina: siéntate.

Alejandro: te agradezco no me hayas corrido.

Regina: jamás lo haría, eres un pesado, pero al fin y al cabo, mi hermano, que me quieres decir?

Alejandro: más que decirte algo, vengo a disculparme contigo.

Regina lo observó muy confundida.

Daniel invitó a Gabriel a su departamento a tomar algo.

Gabriel: no tienes vino, champagne, o una cerveza?

Daniel: no.

Gabriel: me dijiste que me invitabas a tomar algo, pensé que era licor.

Daniel: me refería a una deliciosa y refrescante sangría, sabes bien que el licor puro no me hace nada bien.

Gabriel: es cierto, a veces pienso que te volviste alérgico desde que...

Daniel: no lo menciones.

En el departamento de Sofía...

Alejandro: no vas a decir nada?

Regina: es que no entiendo por qué haces esto, te lo pidió mi mamá verdad?

Alejandro: no.

Regina: entonces mi papá.

Alejandro: no tampoco... por qué piensas que vine obligado y no por mi propia cuenta?

Regina: después de lo grosero que has sido conmigo no puedo pensar otra cosa.

Alejandro: tienes toda la razón de pensar lo peor de mí, después de todo lo mal que te he tratado; hoy supe lo que el desgraciado poco hombre de Arturo te hizo.

Regina: a que te refieres?

Alejandro: a la paliza que te dio estando embarazada, si no hubiera sido por Sofía en este momento mi sobrina no estaría aquí.

Los ojos de Regina se inundaron de lágrimas, se dio la espalda.

Regina: ni me lo recuerdes, jamás me había sentido tan humillada.

Alejandro: fue un patán por tratarte así y yo un idiota por no defenderte.

Alejandro puso su mano sobre el hombro de Regina.

Regina: perdóname por ser el peor de los hermanos mayores, por no apoyarte en ese momento, te juro que de haber sabido desde el principio por todo lo que pasaste, habría ido tras ese miserable para hacerle pagar su fechoría.

Regina se secó sus lágrimas y lo abrazó.

Alejandro: entonces me perdonas?

Regina: claro que si tonto! Eres mi hermano.

Alejandro: intentemos ser los hermanos que éramos antes.

Regina: eso también incluye a Sofía?