EL GIRO DE LA VENGANZA

Capitulo 82

Regina: no tiene sentido que me quede a tu lado, esta luna de miel se terminó.

Daniel: te lo suplico, ¡déjame explicarte!

Regina: con lo que se ya es suficiente, y no te molestes en ir a mi departamento porque no eres bienvenido.

Daniel: soy tu esposo.

Regina: pero no por mucho tiempo.

Daniel pasó saliva.

Daniel: ¿Qué quieres decir?

Regina: ¿de verdad crees que puedo seguir  casada contigo después de descubrir tu engaño?

Daniel: no me hagas esto.

Regina: no te hagas la victima.

Daniel: piensa en Miranda, ¿Qué vamos a decirle?

Regina: no te atrevas a acercarte a ella.

Daniel: pero es mi hija.

Regina: yo he sido madre y padre para ella desde que nació, no tienes ninguna obligación con ella, olvídate de que existimos.

Daniel: tengo mis derechos.

Regina: que obtuviste a base de mentiras, eso me servirá para alejarte de ella para siempre, te mandare mi abogado muy pronto, vámonos Sofia.

Daniel vio a su cuñada con mucha rabia, y cuando ambas salieron no pudo evitar derrumbarse.

Regina y su hermana tomaron un taxi camino al aeropuerto mientras Daniel decidió también hacer su maleta.

Camino al aeropuerto Regina no paraba de llorar, y recordaba los momentos más felices que había vivido junto a Daniel, como el día en que se conocieron, su primer beso, la primera vez que se entregó a él, y su boda.

Sofia guardaba silencio, se sentía en parte culpable del sufrimiento de su hermana.

Daniel estaba en el lobby entregando su habitación cuando Gabriel lo llamó.

Gabriel: ¿me quede con el pendiente, que paso con tu esposa?

Daniel: se terminó, amigo, mi matrimonio se terminó.

Gabriel: ¿Qué dices? acaso, ¿ Sofia le dijo todo?

Daniel: si, Regina jamás me va a perdonar.

Gabriel: no sabes cuanto lo siento, sé lo mucho que la amas, pero animo, es lógico que este furiosa, espera unos días  e intentas arreglar tu situación con ella.

Daniel: no se si valga la pena, no quiere saber más de mí, incluso está dispuesta a impedir que me acerque a mi hija, dice tener las armas para echar por la borda lo que la prueba de ADN me permitió hacer.

Gabriel: ¡No puedo creerlo!

Daniel: se que Sofia es la mujer que quieres, pero no tenia por que venir a destruir nuestra felicidad, yo iba a decirle todo a Regina a nuestro regreso.

Gabriel:  lo sé y es mi culpa, debí impedírselo de algún modo, pero  me atonté, de repente pensé en que no quería perderla, perdóname hermano.

Daniel: no tengo nada que perdonarte, tu decidiste ayudarme cuando te lo pedí, si no fuera por ti estaría todavía con la incertidumbre de saber si Miranda es mi hija, solo espero que esto no te traiga problemas legales.

Gabriel: no te preocupes, algo se me ocurrirá, ¿y que vas a hacer?

Daniel: estoy por tomar un taxi para ir al aeropuerto.

Gabriel: ¿te regresas ya?

Daniel: no tiene sentido que me quede, Regina ya se fue.

Gabriel: Dios mío, no creí que fuera para tanto.