EL GIRO DE LA VENGANZA

Capitulo 120

Ariel estaba concentrado en su trabajo cuando su secretaria lo interrumpió.

Secretaria: disculpe señor, pero tiene una visita.

Ariel: no estoy para visitas, además hay mucho que hacer, dile a quien vino que deje sus datos yo los buscare después.

Secretaria: es que se trata de su nieta señor.

Ariel estaba realmente sorprendido.

Ariel: entonces hazla pasar.

Secretaria: si señor.

Esperanza: ¿quieres que te acompañe?

Miranda: ¡no! Quiero entrar sola.

Esperanza: está bien, entonces aquí me quedo esperándote.

Secretaria: Miranda tu abuelo te espera.

La secretaria agarró a la niña de la mano y se la llevó.

Esperanza: Ay Diositito que el cascarrabias de don Ariel le haga caso a esta noble criatura.

Tocaron a la puerta de la oficina de Ariel.

Ariel: adelante.

Miranda: ¡hola abuelito! - dijo levantando su manita desde la puerta.

Ariel: ¡Miranda! Sigue por favor...Que nadie nos interrumpa.

Secretaria: si señor.

Miranda se acercó a su abuelo y le dio un fuerte abrazo y beso.

Ariel: me alegra mucho verte, ¿se puede saber que te trae por aquí?

Miranda: es que necesito hablar contigo, muy seriamente.

Aquel comentario dibujó una dulce sonrisa en Ariel.

Daniel salió de la habitación buscando a Esperanza.

Daniel: ¿Esperanza? ¿Dónde estás?

La busco por todo el departamento y al no encontrarla se regresó a la habitación.

Daniel: ¡que extraño! ¿a dónde habrá ido?

Regina trabajaba en la remodelación del área de la clínica, Gabriel se acercó a echarle un vistazo.

Gabriel: ¿Qué tal? ¿Cómo va todo?

Regina: bastante bien, los obreros ya reiniciaron las labores.

Gabriel: ¿y cuando crees que terminen?

Regina: quizás unas 2 o 3 semanas.

Gabriel: espero y la gente sea paciente, con todo este tiradero, estoy seguro que valdrá la pena, ¿has visto a Sofia?

Regina: hoy no, pero hablé con ella ayer y sus malestares le están jugando una mala pasada, por favor no la dejes sola, te necesita mucho.

Gabriel: voy a llamarla, gracias.

Ariel: ¿te das cuenta de lo que me estas pidiendo?

Miranda: por favor, no quiero que mis papitos se sigan peleando.

Ariel: le pedí a tu mamá que regresara a trabajar aquí conmigo y no acepto, sigue muy molesta, hasta me pidió que no me acercara a ti.

Miranda: Abuelito haz las paces con mis papitos por favor, yo quiero que todos estemos juntos como antes.

Ariel: pero es que ellos no me quieren ver.

Miranda: es que no les gusta que siempre los andes regañando, tu no eras así, ¿por qué cambiaste tanto?