EL GIRO DE LA VENGANZA

Capitulo 139

Los dos se vieron, Daniel muy sonriente y Regina intentando contenerse.

Regina: perdóname ¿sí? Sé que estas nerviosa por todo lo que ha pasado, entiendo que Miranda te preocupe, pero todo va a salir bien, ya verás cómo Ximena pagarà por sus faltas.

Regina: eso espero.

Daniel le insistió en que recibiera la rosa.

Regina la tomó.

Regina: Daniel, ¿Qué tanto conociste a Ximena cuando trabajabas para ella?

Daniel: pues no mucho, en realidad solo hablamos de trabajo.

Regina: entonces no sabes si tiene familia.

Daniel: no lo creo o al menos cerca, te repito que solo nos limitábamos a trabajar.

Regina: ¿llegaste a tomarle algún tipo de cariño?

Daniel: ¿por qué me preguntas eso?

Regina: solo respóndeme.

Daniel: bueno, el aprecio que sientes por alguien con quien trabajas, nada más.

Regina: y el tuyo es tanto que piensas que es una buena persona.

Daniel: si lo dices por lo que pasò ayer, dije que no creía que fuera tan malvada porque en el tiempo que la tratè no me pareció.

Regina: ¿el agredir a Miranda te parece un acto de buena fe?

Daniel: claro que no, ahí supe que no era tan buena como aparentaba ser, pero ya no hablemos de esto, no quiero discutir.

Regina: está bien, que bueno que vienes porque te necesitaba.

Daniel: ¿te hacía falta el beso de los buenos días?

Regina sonrió.

Regina: no precisamente.

Daniel: sabes que a mí sí.

Daniel se acercó, besò su frente y luego sus labios.

Cuando se separaron Regina le acariciò la mejilla.

Regina: eres un tramposo.

Los dos se rieron.

Regina: hablando enserio, este terreno es un proyecto que está en proceso de papeleo para iniciar la construcción así que necesito que me acompañes a visitarlo hay que evaluarlo.

Daniel: bien, ¿ te parece bien en la tarde? Como a las 3.

Regina: si, perfecto.

Daniel: bueno mejor me voy, tengo una reunión con tu papá y no quiero llegar tarde.

Daniel iba a abrir la puerta cuando Regina lo detuvo.

Regina: espera.

Daniel se dio la vuelta.

Daniel: dime.

Regina lo agarrò de su corbata y le plantó un apasionado beso que, por supuesto él no pudo resistir, pues la abrazò como si no quisiera soltarla nunca.

Ximena contaba el dinero que tenía.

Ximena: ¡maldición! Con esto no viviré más de un mes, necesito urgente dinero, debo encontrar una manera de obtenerlo y a la vez vengarme de Daniel y su odiosa familia.

Se quedó unos segundos pensando cuando de inmediato se le ocurrió algo.

Ximena: ¿pero ¿Cómo no se me ocurrió antes? - dijo tomando su teléfono para citar a Lucia-