Capitulo 37

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Alicia: habrá ido a buscarla?... ay hijo, solo espero que sepas hacer las cosas, estás muy enamorado y en esas condiciones a veces el cerebro no razona.

Se fue a la cocina se preparó un té y regresó a su cama.

Regina domaba con sus caderas a Daniel, mientras él desde abajo disfrutaba del panorama que veía a simple vista, el cuerpo desnudo de la mujer que tanto amaba, ambos expresaban su amor con la unión de sus pieles, formando un solo ser, la temperatura del momento iba en subida desbordandose en la enorme cama con toda la pasión que llevaban dentro.

El ritmo de ambos corazones parecían tocar la misma pieza y sus respiraciones estaban igual de agitadas; Los jadeos se multiplicaban a medida que llegaban al momento más excitante de su encuentro .

Alicia se había quedado dormida, esperó por un buen rato a su hijo, pero el sueño pudo más que la impaciencia de saber donde estaba, aunque ya lo suponía.

Regina y Daniel dormían muy abrazados y totalmente desnudos, ella abrió los ojos y se quedó unos segundos contemplándolo, acariciando suavemente sus labios, sus mejillas, por un momento pensó en despertarlo  para que se fuera a su casa pero quería seguir abrazada a él y decidió dejarlo dormir.

Regina: te ves tan lindo dormido...es nuestra primera noche juntos, solo espero que no tengas problemas con tu mamá.

Le susurró mientras lo veía con sus ojos tan llenos de amor.

Regina agarró la frazada y se arrapó junto a él, lo abrazó y en pocos minutos se quedó dormida.

Al día siguiente, muy temprano, Alicia despertó, como instinto regresó a la habitación de su hijo confirmando que no había pasado la noche allí.

Alicia: este hijo mío, ya me imagino donde pasó la noche y con quién.

Regina despertó primero que Daniel, sonrió al verlo dormido, se levantó se dio un baño y llamó a su nana para ver cómo estaba su pequeña, Daniel abrió los ojos cuando tocaron a la puerta, escuchó que Regina abrió.

Regina: muchas gracias.

Servicio a la habitación: necesita algo más?

Regina: no! todo está perfecto.

Daniel se sentó en la cama, se puso sus pants.

Regina: buenos días dormilón!

Le dijo Regina mientras se acercaba  con el desayuno para darle un beso.

Daniel: no puedo creer que hayamos pasado la noche juntos.

Regina: así es, no sabes lo maravilloso que sentí al despertar y verte a mi lado.

Daniel: Fue una noche inolvidable, y hace mucho despertaste?

Regina: como media hora, no quise despertarte, te veías muy a gusto durmiendo.

Daniel: y como no iba a sentirme así si estaba contigo?

Regina le dio un dulce beso.

Regina: tienes hambre?

Daniel: muchísima, después de una noche tan ajetreada así creo que perdí energía.

Regina río

Regina: bueno, aquí esta nuestro desayuno.

Regina se sentó junto a Daniel en la cama y desayunaron.

Daniel: qué hora es?

Regina: van a dar las 9.

Daniel: tengo que ir con mi mamá, debe estar preocupada.

EL GIRO DE LA VENGANZAWhere stories live. Discover now