Capitulo 16

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Miranda veía la televisión mientras le hacía un dibujo a su mamá, muy pensativa dio un suspiro.

Esperanza: y ese suspiro mi niña? Estás aburrida?

Miranda: No! Es que extraño el kínder, quiero que se acaben las vacaciones, para jugar con mis compañeros.

Esperanza: pero mientras me tienes a mí.

Miranda: si, pero, igual los extraño, porque no vamos al parque?

Esperanza: ay criatura, primero tengo que preguntarle a tu mamá.

Miranda: hazlo, por favor, sabes quiero aprender a montar bici sin las rueditas, pero mi bici esta en casa de los abuelos.

Esperanza: yo no sé montar bici, podrías decirle a tu mamá que la recoja y te enseñe por la colonia.

Miranda: pero eso no lo enseñan los papás? Yo no tengo.

Esperanza: a veces, pero las mamás también y la tuya lo hacía muy bien cuando era niña.

Miranda: nana, si mi mamá tiene un novio un día, el seria mi papá?

Esperanza: si se casa con él, a lo mejor.

Miranda: ojala encuentre uno, así podre decirles a mis compañeras del salón que tengo un papá.

Esperanza no supo que decirle a la pequeña y la abrazó, aunque en el rostro de ella se dibujó una sonrisa llena de ilusión.

Daniel estaba muy concentrado en su trabajo, cuando tocaron a la puerta.

Daniel: adelante!

Regina: Hola! Ya estás listo?

Daniel: si, ya nada más apago la laptop y nos vamos.

Regina: perfecto.

Daniel se puso de pie,  tomó su saco y salió con Regina, llegaron al estacionamiento.

Daniel: vamos en el mío.

Regina: por supuesto, el mío aun no lo recojo.

Daniel empezó a reir.

Daniel:es cierto,

Regina: te voy diciendo a dónde vamos.

Sofía estaba en su turno, cuando fue requerida en la oficina del coordinador del área clínica, tocó la puerta y enseguida fue autorizada para entrar.

Sofía: buenas tardes!

El hombre se dio la vuelta y con una sonrisa respondió al saludo

Buenas tardes, doctora.

Se trataba de Gabriel el mejor amigo de Daniel.

Gabriel: siéntese por favor.

Sofía: gracias.

Gabriel: el motivo que me hace llamarla Doctora Rivera, es porque sé que era cercana al antiguo coordinador.

Sofía: así es.

Gabriel: bien, estuve revisando algunas notas y puedo ver lo bien que se desempeñó durante su estancia, me gustaría continuar con algunas de sus estrategias y ya que usted conoce un poco más, podría echarme la mano.

Sofía: sí, claro, en lo que necesite, doctor?

Gabriel: Rojas, Gabriel Rojas.

Sofía: Doctor Rojas.

Mientras tanto en carretera...

Regina: da vuelta a la derecha.

Daniel: es ese?

Regina: si! Es mi restaurante favorito, porque pones esa cara?

Daniel: es que creí que querías comer ensaladas y cosas así, no imaginé que fuera comida típica Mexicana.

Regina: adoro mi país, además es comida saludable, frecuento mucho este lugar, vamos.

Daniel se bajó del auto y abrió la puerta de Regina, la tomó por el brazo y entraron muy juntos, al acercarse a las mesas notó que la conocían.

Mesero: sus cartas.

Regina: gracias.

Daniel: veo que eres muy conocida.

Regina: te dije que venía con frecuencia.

Daniel: eso veo, y sueles venir sola?

Regina: pocas veces, aunque algunas vengo con mi hermana.

Daniel: solo la tienes a ella, como hermana.

Regina: no! Tengo un hermano, es sacerdote.

Daniel: entiendo y tu hermana a que se dedica?

Regina: es doctora.

Daniel: solo tu seguiste los pasos de tu padre, eres la mayor?

Regina: la menor.

Daniel: disculpa que te haga tantas preguntas.

Regina: no te preocupes, es una manera de conocernos.

El celular de Regina sonó.

Regina: "Hola ma, como va todo?

Lorenza: bien hija, quería decirte que tu hermano al fin acepto ir a ver a Susana, tiene cita en un par de horas.

Regina: buenísimo y como se decidió?

Lorenza: supongo que lo pensó muy bien, ojala y con eso se le mejore el carácter y deje de molestarte tanto.

Regina: ojala ma.

Lorenza: y estas en la oficina?

Regina: no! Salí a comer.

Lorenza: entonces estas en el departamento de tu hermana.

Regina: no! Estoy con un amigo, en mi restaurante favorito.

Lorenza: y quien ese amigo?

Regina: mamá!!

Lorenza: bueno, bueno, no te interrumpo más, disfruta tu comida, un beso.

Regina: igual"

Daniel: tu mamá.

Regina: si

Después de hacer su pedido siguieron platicando.

Daniel: cómo es que llegaste a decidirte por arquitectura?

Regina: no lo sé, supongo que desde niña algo me llamaba la atención, recuerdo que seguido mi papá me llevaba a la constructora y lo observaba haciendo planos y maquetas y empezó a gustarme, al terminar la prepa no fue difícil decidirme por una carrera, hasta le di indicaciones a él cuando construyeron mi casa de muñecas.

Daniel: en serio?

Regina: si, tenía 6 años, fue el lugar perfecto para jugar con mis hermanos.

Daniel: eres muy cercana a ellos?

Regina: cuando éramos niños, sí, con mi hermano, pero ahora es un  como perfecto desconocido.

Daniel: por qué?

Regina: he cometido algunos errores y él en su papel de "Perfecto sacerdote" se ha ensañado conmigo.

Daniel: que mal, eres su hermana, a la familia nunca se le juzga.

Regina: siempre me protegía cuando eramos niños, pero ahora nuestra relación es bastante fría, siempre discutimos.

Daniel: entonces no hablas mucho con él?

Regina: No!  justo por eso me fui con mi hermana unos días mientras él está de visita en la casa de mis padres aunque suene horrible, no podemos compartir el mismo techo.

Daniel: y por qué seguías viviendo con ellos? digo, se ve que eres bastante independiente.

Regina estaba muy interesada en saber de Daniel y platicarle sobre su vida, pero no estaba segura de hablarle de algunos asuntos a profundidad, así que guardó silencio intentando responder algo coherente.

EL GIRO DE LA VENGANZAWhere stories live. Discover now