Capitulo 14

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Con ese abrazo Daniel se dio cuenta que Regina no le era indiferente.

Regina: perdón, no supe controlarme.

Daniel: tranquila, entiendo por lo que acaba de pasar.

Regina: si no hubiera sido por usted, ese tipo me hubiera robado y ultrajado.

Daniel: que hacía a estas horas tan sola?

Regina: quise terminar un pendiente para mañana.

Uno de los vigilantes se acercó para avisarles que la policía venia en camino.

Regina: es posible que me tache de descarada, pero podría quedarse conmigo, al menos hasta que se lleven a ese tipo?

Daniel le sonrió y asintió.

Regina: Gracias.

El teléfono de Regina sonó, era la nana que estaba preocupada por su tardanza, Daniel se alejó para darle algo de privacidad y verificar que el ladrón siguiera bien atado.

"Esperanza: de verdad que me tenías con el pendiente mi niña, ya es un poco tarde, Miranda ya se está lavando los dientes para ir a la cama, casi no cena por esperarte.

Regina: nana, te dije que iba a tardar, tengo mucho trabajo.

Esperanza: y como en cuanto tiempo piensas venir?

Regina: no sé, tal vez a más tardar en un par de horas.

Esperanza: tanto? Pero, y en que vas a venirte? Anoche me dijiste que llevarías el auto a revisión.

Regina: si, allá lo dejé, así que tomaré un taxi.

Esperanza: por qué mejor no le pides a tu hermana que te recoja, ella sale como a las 10.

Regina: ella sale muy cansada y no quiero molestarla, voy a estar bien te lo prometo, porque no me pasas a Miranda, quiero rezar con ella antes de que se vaya a la cama.

Miranda: mami?

Regina: como estas mi amor?

Miranda: extrañándote mucho, no pude esperarte para cenar, me moría de hambre.

Regina: lo sé, y cenaste todo?

Miranda: si! Nana me hizo un sándwich de pollo.

Regina: que bien.

Miranda: y ya vas a venir?

Regina: en un rato.

Miranda: entonces te espero.

Regina: nada de eso jovencita, tú te vas a dormir, así que camina hasta la cama para que recemos juntas el ángel de la guarda.

La pequeña camino hasta la habitación donde dormía con su mamá, se inclinó y puso sus manitas en señal de oración.

Miranda: ya estoy lista.

Regina: bien, entonces.

Regina /Miranda: Ángel de la Guarda, dulce compañía, no me dejes solo ni de noche ni de día. Si me dejas solo, ¿qué será de mí? Ángel de la Guarda, ruega a Dios por mí. Amen

Regina: muy bien, ya te la sabes.

Miranda: si! Mamita te quiero mucho.

Regina: y yo a ti, sueña con los angelitos."

Daniel: el tipo implora que lo suelten.

Regina: no lo hagas, perdón, te molesta si te tuteo?

Daniel: claro que no; todo bien?

EL GIRO DE LA VENGANZAHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin