Capitulo 5

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El día transcurrió muy lento, Ariel llegó a casa primero que Regina y como su debilidad era Miranda se la llevo a tomar un helado en lo que llegaba su mamá.

Regina llegó muy cansada y al ver que su hija no estaba decidió tomar un baño de tina y relajarse un poco, su mente divago entre pensamientos, estaba un poco ansiosa por los planes para el día siguiente, era inevitable no traer a su mente los recuerdos de esa noche en la que fue drogada y había cambiado su vida para siempre.

Tocaron a la puerta...

Esperanza: se puede?

Regina: pasale nana, estoy en la bañera.

Esperanza entró algo tímida.

Esperanza: perdóname que entre así, pero aprovechando que la niña no está creo que debes saber algo que pasó en la mañana.

Regina: de que se trata?

Esperanza: no pienses que soy chismosa, pero es que, como te lo digo.

Regina: me estás asustando.

Esperanza: es que no quiero que tengas más encontrones con tu hermano.

Regina: ahora que hizo?

Esperanza: es que la criatura fue a la cocina y me dijo que tu hermano le había preguntado sobre su papá.

Regina se quedó helada y observó seria a su nana, sin pensarlo tomó una toalla y se cubrió con la intensión de ir a reclamarle a su hermano.

Regina: es un completo imbécil!! Le advertí que no lo hiciera, ahora... me a oír.

Esperanza: espera, espera... no vayas a cometer una locura.

Regina: se lo dije nana, que no se metiera con mi hija.

Esperanza: lo sé pero ella es muy inteligente, enseguida dijo que no necesitaba un papá porque tenía la mejor mamá.. Regina, entiendo que estés molesta, si le reclamas la situación entre ustedes se va a poner peor.

Regina: y qué? Me quedo callada entonces? Tú sabes por todo lo que he pasado, no es justo que mi propio hermano quiera robarme la poca paz que me queda.

Esperanza: tu hermano esta cegado por su fe, es difícil que cambie su manera de pensar.

Regina: no estoy dispuesta a aguantarlo más.

Regina camino hasta su cuarto, sacó una maleta y algo de ropa.

Esperanza: que haces?

Regina: me voy... está visto que Alejandro y yo no podemos convivir bajo el mismo techo, por favor ve a la habitación de Miranda por ropa y lo que sea necesite.

Esperanza: pero a dónde vas a ir? falta poco para que se haga de noche.

Regina: no sé, a un hotel, con mi hermana, pero lejos de él.

Esperanza: no debí decirte lo que pasó.

Regina: al contrario, te lo agradezco, no sé qué pasaría si mi hija pasa un día más cerca de mi hermano.

Esperanza: entonces voy con ustedes, como le vas a hacer para cuidarla si debes ir a la constructora?

Regina: no había pensado en eso, está bien, ve y haz tu maleta, en cuanto llegue Mi padre con Miranda nos vamos.

Esperanza: si mi niña.

Regina se vistió y termino la maleta, subió todo a su camioneta y se quedó en la sala esperando a su hija.

EL GIRO DE LA VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora