Capitulo 55

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Regina reaccionó y en cuanto iba a dar una respuesta escuchó la voz de Daniel al otro lado de la línea.

Recepcionista: ¿ingeniero, como está?

Daniel: todo bien, gracias.

Recepcionista: ¿arquitecta?

Regina colgó.

Arturo: ¿pasa algo?

Recepcionista: No responde, intentaré de nuevo.

Sólo transcurrieron unos cuantos segundos cuando Regina salió de su oficina y caminó hasta recepción.

Regina: Daniel.

Daniel: ¡hola mi vida!

Regina se acercó y besó a su prometido, creyó que si Arturo la veía acompañada quizás desistiera de querer verla y se fuera; trato de disimular lo que más pudo y pudo darse cuenta que estaba dándoles la espalda.

Arturo estaba realmente sorprendido.

Regina: ¿cómo te fue?

Daniel: Muy bien, tengo que enseñarte algunas fotografías que tomé, estoy seguro que te encantara el terreno.

Regina: me parece perfecto, pero vamos a mi oficina.

Regina agarró el brazo de Daniel y se fueron juntos.

La recepcionista los observó un par de segundos, para cuando se dio la vuelta hacia Arturo, este ya se había ido.

Arturo se subió a su auto.

Arturo: ¿cómo es posible que tu Regina ya tengas a otro hombre?

Arturo puso su auto en marcha.

Gabriel tomó un avión a Monterrey, durante el trayecto no dejaba de pensar en su situación, recordar cada una de sus aventuras, a Sofía y a ese hijo que no estaba entre sus planes.

Gabriel: ¿qué voy a hacer? Sólo espero que este viaje me dé una respuesta.

Daniel: ¿el terreno es bastante amplio para un estacionamiento no te parece?

Regina veía las fotos, pero su mente parecía estar a kilómetros de allí.

Daniel: ¿mi amor, me oyes?

Regina: ¿ehh, me decías?

Daniel: que este espacio esta perfecto para ubicar el estacionamiento.

Regina: si, está muy bien.

Daniel: ¿que tienes?

Regina: nada.

Daniel: ¿segura? Te siento algo distante.

Regina: para nada, solo estaba pensando en que cada vez falta menos para nuestra boda.

Daniel: yo tampoco puedo esperar más para hacerte mi esposa, pronto le daremos la sorpresa a Miranda de que es legalmente mi hija.

Regina: ¿ya te dieron los documentos?

Daniel: no, pero en cualquier momento recibiré la llamada de que están listos.

Regina: ¿No crees que debamos esperar para darle la noticia hasta después de la boda?

Daniel: podría ser, pero no te prometo aguantarme las ganas de gritar a los cuatro vientos que tengo una hija con la mujer que amo.

El semblante de Regina cambió, sonrió ante las ocurrencias de Daniel.

Daniel: te ves tan hermosa cuando sonríes.

EL GIRO DE LA VENGANZAWhere stories live. Discover now